Washington.— Rush Limbaugh, el polémico locutor de radio que se convirtió en un símbolo para la derecha en Estados Unidos, murió a los 70 años de cáncer, informó ayer su familia.
La muerte del influyente presentador que había anunciado el año pasado que sufría un cáncer de pulmón, generó una ola de tributos de los políticos conservadores, partiendo por el expresidente Donald Trump.
Limbaugh es considerado como una influencia importante en el movimiento conservador desde la presidencia de Ronald Reagan, en la década de 1980, pese a que durante su carrera fue acusado de promover teorías de la conspiración y desinformación. Ayudó a propagar las teorías que dudaban que el expresidente Barack Obama hubiera nacido en EU y cuestionó hechos relativos a la masacre de una mezquita en Nueva Zelanda en 2019, afirmando que el tiroteo fue organizado por izquierdistas para culpar a los conservadores. En sus programas, las feministas fueron un blanco habitual, a quienes calificó de “feminazis”.
El año pasado, Trump le otorgó la Medalla de la Libertad, el reconocimiento civil más alto que da Estados Unidos, lo que generó indignación entre los progresistas. Limbaugh nació en 1951 en Missouri, y su carrera comenzó en 1971, pero antes de su éxito conoció varios fracasos en diversas emisoras.
En 1984, fue contratado por una estación en Sacramento, California, que buscaba un presentador con toques extravagantes. En menos de un año, se convirtió en la personalidad más escuchada de la ciudad.
Su programa más emblemático The Rush Limbaugh Show comenzó en 1988 y rápidamente se convirtió en uno de los más populares de la radio en EU.
“Aunque era descarado, y muchas veces controvertido y siempre tenía una opinión, él dijo lo que pensaba y fue una voz para millones de estadounidenses”, afirmó el expresidente republicano George W. Bush. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, emitió un comunicado con condolencias a su familia y sus amigos.