El líder político del grupo islamista palestino Hamas, Ismail Haniyeh, reafirmó las posiciones de la organización por un alto el fuego completo en Gaza después de que el Ejército israelí matara a 10 de sus parientes en un bombardeo esta madrugada: "Si el enemigo criminal cree que atacando a mi familia y allegados cambiará nuestra posición y resistencia, están delirando", aseguró este martes.
"Los mártires de mi familia son los mártires de nuestro pueblo, y los mártires de nuestro pueblo son también mi familia", añadió Haniyeh, entre cuyos parientes fallecidos se encontraba su hermana mayor.
Según el líder de Hamas, la organización se ha mostrado flexible y ha aceptado "todos los proyectos propuestos" para el alto el fuego, siempre y cuando implicaran "el fin de la agresión y la retirada completa de la Franja" de las tropas israelíes.
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Los islamistas y el Ejecutivo israelí continúan inmersos en las negociaciones sobre la propuesta estadounidense de un acuerdo de tregua mientras cruzan acusaciones sobre quién impide alcanzar el pacto.
Ambas partes chocan desde hace meses en la misma línea roja, el fin de la guerra, que Hamas reclama como base para las negociaciones frente al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, que insiste en cumplir sus objetivos de guerra: recuperar a los rehenes secuestrados el 7 de octubre de 2023 y destruir las capacidades de la organización islamista.
"Seguimos adheriéndonos al hecho de que cualquier acuerdo que no garantice un alto el fuego y el final de la agresión es inaceptable, y esta posición no cambiará en ningún escenario", sentenció Haniyeh hoy.
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El líder de Hamas reivindicó, además, que cualquier propuesta sobre el "día después" de la guerra tendrá que ser "puramente palestina", negando a Israel la capacidad para participar en dicho proceso.
Desde el inicio de la guerra, que comenzó tras el ataque de Hamas contra Israel, en el que murieron unas 1.200 persona y otras 200 fueron secuestradas, 37.658 palestinos han perdido la vida en Gaza, en su mayoría mujeres y niños, y otros 86.237 han resultado heridos a causa de la ofensiva israelí, según los datos del Ministerio de Sanidad de la Franja, controlado por la organización islamista.
Por otro lado, en el devastado territorio palestino siguen 116 de los 251 rehenes capturados el 7 de octubre, al menos 40 de ellos muertos según Israel (y más de 70, según Hamas), mientras que hay otros cuatro cautivos desde hace años, dos de ellos muertos.
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