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Washington.— El secretario de Defensa Mark Esper aprobó el uso de 3 mil 600 millones de dólares de fondos de proyectos de construcción militar para erigir 280 kilómetros de muro en la frontera entre México y Estados Unidos.
Para desbloquear estos fondos el Departamento de Defensa decidió aplazar 127 proyectos de construcción y de modernización de recintos militares en Estados Unidos y en el extranjero previstos en el presupuesto del Pentágono para 2019, informó a la prensa el portavoz del organismo, Jonathan Hoffman.
Para el presidente Donald Trump la lucha contra la inmigración irregular es un eje central de su gobierno, en un momento en el que un alto número de personas huye del Triángulo Norte de América Central asolado por la violencia y la miseria. El presidente no ha dudado en denunciar ese flujo como una “invasión”.
“El largo total es de 175 millas [280 kilómetros]”, indicó Kenneth Rapuano, el encargado de Seguridad Interior del Pentágono, quien precisó que los fondos van a servir para reforzar segmentos de una barrera existente, pero considerada como insuficiente y para construir nuevos segmentos.
Los tramos están en Arizona, cerca de la localidad de Yuma; en California, a la altura de El Centro y de San Diego; y en Texas, en la zona de Laredo y de El Paso. Según el general Andrew Poppas, director de operaciones de Estado Mayor, la construcción de estos segmentos permitirá reducir la cantidad de efectivos desplegados en la frontera para contener la inmigración irregular.
En febrero, Trump declaró el estado de emergencia nacional para eludir al Congreso y obtener fondos para construir el muro, uno de sus proyectos insignia durante la campaña de 2016. Antes, la pugna con la Cámara de Representantes que controlan los demócratas había llevado a la mayor parálisis presupuestaria de la historia, que tuvo a la administración funcionando bajo mínimos durante más de un mes.
Su decisión de utilizar el presupuesto militar para completar el muro fue cuestionada en la justicia, pero en julio la Corte Suprema se pronunció a su favor autorizando el uso de los fondos.
Los proyectos aplazados no fueron identificados ante la prensa, puesto que el Pentágono declaró que quería informar antes a los representantes de los estados afectados, pero muchos legisladores reaccionaron rápidamente al anuncio.
“Esta es una bofetada a las fuerzas armadas que sirven a nuestro país”, dijo el jefe de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer, quien informó que uno de los proyectos relegados era un edificio en la prestigiosa academia militar de West Point.
La Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU) anunció que recurrirá a la justicia para oponerse a esta decisión.
“Vamos a volver a los tribunales muy pronto para bloquear este último esfuerzo de Trump de saquear los fondos militares para su muro xenófobo”, dijo en un comunicado Dror Ladin, uno de los abogados de la organización.