Ciudad Juárez. “Si yo estuviera en Cuba todavía en estos momentos, y aunque tuviera el dinero que fuera, volvería a salir de Cuba, y más ahora con la situación en la que está”, asegura Leo, de 36 años, observador meteorológico de profesión y cubano que hace más de dos años dejó la isla por el mismo objetivo que miles de personas que él: buscar un mejor futuro.  
  
“Salí de Cuba el 11 de abril del año 2019, viendo cómo estaba la situación económica, que era lo principal por lo que me iba a salir. Estaba sacando pasaje para ver si conseguía lo que en Cuba le llaman ‘turismo de compra’, una salida a Panamá a comprar ropa y bienes para vender en Cuba”, cuenta a EL UNIVERSAL.  
  
Unos días antes de lograr sacar su pasaporte tuvo problemas con un policía en una fila para comprar un aceite, y fue de ahí donde comenzó su lucha por salir de la isla y llegar a Estados Unidos. 

Leer más: 
  
Relató que salió de Cuba en abril de 2019 y llegó a Panamá, donde pasó por varias dificultades para salir del país y poder llegar a la frontera con Costa Rica, donde tuvo que cruzar la selva, ríos, toparse con animales de todo tipo, hasta tener que ir armados para defenderse de asaltos.  
  
En su camino para llegar a México pasó por Costa Rica, Nicaragua, Honduras y  Guatemala. Incluso se vio obligado cambiar de “coyote” porque la gente con la que iba le cambiaron la tarifa. 
  
Al llegar a Tapachula se encontró con miles de migrantes en su condición. 
  
“En México se puso este problema que muchas personas se escaparon de la prisión que se llama Siglo XXI [Estación Migratoria en Tapachula, Chiapas), entre esas personas había algunas amistades mías que se regresaron a Cuba. Entonces, nosotros nos quedamos. Ahí en México nos decían que todo era pura estafa”, destaca. 
  
Aun así consiguió un abogado que le ayudó a comprar un boleto que lo llevó a Ciudad Juárez. 

Su llegada a la frontera


Leo consideraba que lo peor ya había pasado y el camino a la frontera norte sería más fácil, pero no fue así. Al llegar a  Ciudad Juárez  fue extorsionado por agentes de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal (SSPM).  
  
“Traíamos la cara de cubanos. Nos detuvieron, y  aunque traíamos todos los documentos, nos decían que no podíamos pasar porque eran falsos. Nos decían ‘aquí si no das 100 dólares no pasan’”. 
  
El hombre se quedó con 124 pesos en Ciudad Juárez, por lo cual tuvo que pedir apoyo económico a familiares y amigos para resolver su cruce en la frontera.  Recuerdo que fueron tiempos difíciles, de muchas carencias. 

Leer más: 

“Nosotros por mejorar la vida, pues lo que venga”


Leo se acogió al Protocolo de Protección a Migrantes (MPP) y tuvo que esperar en Ciudad Juárez durante dos años a que las autoridades estadounidenses procesaran su solicitud de asilo y resolvieran su caso. 
  
“Hubo muchas personas que me ayudaron en Ciudad Juárez, hubo un abogado que nos ayudó mucho porque la policía entró a una casa donde estábamos porque les dio la gana, no les importó nada”, añade.  
  
En la primavera de 2021 finalmente fue llamado por las autoridades migratorias estadounidenses y cruzó a El Paso, Texas,  pero su odisea no ha terminado. 
  
“Las personas creen que ya llegaste aquí y das una patada a una piedra y ya salieron 20 dólares y resulta ser que para encontrar esos 20 o cien dólares mínimo tienes trabajar todo el día para tener esos cien dólares y poder pagar las cosas porque si no, no alcanza”, cuenta.  
  
Aunque cruzó la frontera de manera legal, Leo todavía no tiene su residencia legal ni su permiso de trabajo, así que, por el momento, junta fierro en la calle.

para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión, opciones para el fin de semana, Qatar 2022 y muchas opciones más.