La capacidad de los ciudadanos latinoamericanos para adaptarse a las nuevas condiciones de vida se ha puesto a prueba con los aislamientos en las casas, como medida efectiva para reducir la velocidad de contagio del virus del Covid-19, pero al tiempo persisten con mayor fuerza sentimientos de ansiedad, tranquilidad o incluso de incertidumbre sobre la duración de la crisis.
Esa difícil situación, no obstante, no ha sido excusa para que hoy valoremos más algunas cosas que, si bien son esenciales, de pronto antes de la pandemia no encabezaban la lista de prioridades, como la salud, la familia, la capacidad del sistema de salud, el ahorro o las relaciones interpersonales.
Estas son algunas de las conclusiones de la segunda de tres encuestas realizadas por Tendencias Digitales, en alianza con el Grupo de Diarios América (GDA) y otros medios de la región, con el propósito de indagar cómo los consumidores digitales se han visto afectados por la cuarentena en su rutina diaria y hábitos de consumo.
La medición se hizo entre el 15 y el 30 de junio de 2020, con una muestra 8.191 internautas mayores de 15 años, distribuidos de forma equitativa para las generaciones Baby Boomers, Generación X y Millennials. Las encuestas se efectuaron en 13 países de América Latina a través de invitaciones vía correo electrónico y colocando banners en los medios digitales del GDA. El estudio tiene un nivel de confianza del 95 % y un error muestral de 3 %.
El estudio revela que la gran mayoría de los consultados cumple con las medidas de aislamiento y apenas el 4 % las incumple o desconoce su existencia. Entre quienes han seguido al pie de la letra las decisiones sanitarias un 13 % cumple a cabalidad, sin salir de casa; un 20 sale sólo para adquirir productos de primera necesidad o por trabajo, y un 63 % únicamente para la consecución de artículos esenciales y realizar actividades permitidas.
Este resultado se mantiene similar frente a la primera encuesta y se destaca Brasil, con el porcentaje más alto respecto de internautas que declaran cumplir todas las medidas; le siguen Panamá y Honduras.
Ante la pregunta qué tan de acuerdo está con que se levanten las medidas de aislamiento social en tu país, un 64 % rechaza esta posibilidad y un 36 la respalda. En este punto sobresale Chile, con 49 % en "muy en desacuerdo", y en la otra orilla está Brasil, con un 18 %. Cabe señalar que el país austral intentó reabrir gradualmente sus actividades y ante la disparada del contagio, debió volver al encierro.
La familia sigue siendo el principal círculo de compañía en la pandemia, y con un menor porcentaje aparecen la pareja y luego los padres y hermanos o no se comparte con ninguno. Se destacan Puerto Rico, que mantiene el mayor porcentaje de personas que pasan la cuarentena solos, y Brasil, con un 25 %, con padres o hermanos. En Uruguay tiene más peso la pareja y en Panamá, la pareja y los hijos.
En la misma línea, las mayores preocupaciones que genera la crisis por el coronavirus en los latinoamericanos están la salud de la familia, la duración de la pandemia, el impacto en la economía, el funcionamiento del sistema salud y la falta de información veraz, manteniéndose así el mismo orden con respecto de la primera medición.
La salud les preocupa más a los internautas de Honduras, México, Panamá, Puerto Rico y Perú, con más del 80 %, superando el promedio regional. La duración de la crisis es importante para los encuestados en Brasil, Costa Rica, Chile, Puerto Rico y Venezuela, con niveles superiores al promedio regional (60 %). En Colombia, Costa Rica, Chile, Honduras y Venezuela se destaca el impacto en la economía. Y el funcionamiento del sistema de salud es preponderante en Honduras y Venezuela, con 71 % y 65 %, respectivamente. La falta información veraz sobre sale frente al promedio de la región en Venezuela.
Ante la pregunta de cómo te sientes con respecto al aislamiento social o cuarentena, la segunda medición muestra en los cinco primeros lugares las emociones de ansiedad, tranquilidad, tensión, optimismo y melancolía. Brasil figura como el país con mayor ansiedad y melancolía (62 % y 35 %, respectivamente). Chile presenta el porcentaje más alto en cuanto a sentirse tensos (39 %) y se destaca Ecuador, con el mismo porcentaje para optimismo. El orden de las emociones se mantiene con respecto a la medición pasada.
Sin duda el aislamiento también lleva a extrañar algunas cosas que teníamos antes y que hoy valoramos más y queremos hacer una vez termine esta crisis. Al salir de la pandemia, un 67 % de los internautas declara que espera disfrutar más de sus relaciones, un 54 % revisará con más detenimiento sus compras, un 49 % le dará más importancia al ahorro, un 46 % dedicará más tiempo a la familia y un 46 %, al ejercicio físico. Se destaca en los brasileños disfrutar más las relaciones (77 %), los ecuatorianos preferirán revisar sus compras (63 %) y los hondureños darán más importancia al ahorro (70 %).
Y las primeras actividades que se esperan realizar en el primer mes del fin de la pandemia, que también se podrían considerar como las cosas que no se pudieron hacer por el aislamiento social, están encabezando el escalafón visitar amigos y familiares, volver a la oficina y hacer ejercicio. En la primera mención se destacan argentinos y chilenos (69), en la segunda, los salvadoreños (58 %), y en la tercera, los brasileros (46 %).
Armando Silva, reconocido filósofo y semiólogo colombiano, destaca que los ciudadanos latinoamericanos cada vez se sienten más comprometidos con cuidarse y que el motor de esa actitud es el miedo. “Este hace lo que no han logrado las campañas institucionales”, dice. Y frente a que se valora más la familia, los amigos, los compañeros e incluso el trabajo, destaca que son “fuentes primarias” a las que nos acogemos y apoyamos “por la inseguridad” que sentimos. “La salud aparece como el primer lugar de las preocupaciones, muy por encima de los demás temas, y ello mismo hace que el cuerpo médico reciba en la pregunta de instituciones una puntuación muy superior a las demás”.
El autor de los Imaginarios Urbanos agrega que a nivel de las emociones parece que los encuestados “se prometieran que ahora van a portarse bien. En ello hay un sentimiento religioso que mezcla culpas con promesas: prometen comida sana, ejercicios, ser caseros”.
El estudio de Tendencias Digitales para el GDA, resalta las perspectivas de futuro que se detienen para después del Covid-19. La medición revela una reducción en 5 puntos porcentuales de la confianza (que se ubica en 42 %) y un aumento en enfocarse en el "ahora" (12 %), en comparación con la primera medición. Un 46 % considera que en el futuro nada será igual y no sabe cómo estará. Los más confiados son los uruguayos, con un 60 %, y los argentinos son a quienes menos les preocupa.
Al respecto, Silva dice que el futuro es el otro lado de la crisis por el covid-19 en la región. “El futuro es la libertad y el no futuro es más pandemia”.
La encuesta muestra un decrecimiento del 16 % -frente a la primera muestra- en la evaluación de los gobiernos nacionales frente al manejo que le han dado a la crisis del coronavirus. Solo un 21 % de los internautas latinoamericanos la califica como "muy buena y buena", y un 51 % dice que es "mala y muy mala". El país que tiene una mejor evaluación de la actuación de su gobierno es Costa Rica, con 86 % como "muy buena y buena", mientras que el del mayor porcentaje de menciones negativas es Brasil, con 87%. Allí la relación entre la ciudadanía y los medios con el gobierno ha sido particularmente tensa.
La politóloga e internacionalista Sandra Borda, dice que la reducción en la calificación de los gobiernos nacionales es producto de la conjunción de dos factores: un aumento del contagio y un deterioro de la situación de la economía.
“De un lado, no hay un camino claro hacia la resolución del problema de la pandemia y, adicional, la situación económica de la gente tampoco se está recuperando -asegura-. Quedamos entre dos mundos, dos escenarios, y no estamos siendo exitosos ni en una cosa ni en la otra. La gente está empezando a tener la sensación de que el tiempo invertido en la cuarentena no sirvió”, explica la profesora e investigadora del Departamento de Ciencia Política de la prestigiosa Universidad de Los Andes de Colombia.
Borda cita como ejemplo de su análisis lo que pasa hoy en Estados Unidos, Brasil y Colombia, que, en su opinión, es todo lo contrario a lo que ha vivido Europa. “El contraste es grandísimo. Ellos se confinaron y hoy tienen una reducción en el contagio y en el número de muertos. Entonces dicen: ‘valieron la pena el encierro y los muertos’”.
Cuando se compara el manejo de la crisis frente a otros países de la región, los internautas consideran que ha sido "peor". Así lo piensa el 53 %, cinco puntos porcentuales más que en la primera medición. La percepción sobre si el manejo de la crisis ha sido mejor que en los otros países también se deteriora, pues la percepción ciudadana cae de 31 % a 26 % entre la primera y segunda medición.
Silva, sin embargo, dice que la reducción en la calificación a la actuación de los gobiernos refleja “pérdida de optimismo” y que si se comparan los cuatro países más grandes de la región, le va peor a México y Brasil, y mejor a Colombia, con una calificación entre "regular" hacia "bueno" de 74 %. Luego le sigue Argentina.
Ante estos resultados, Omar Oróstegui, experto urbanista y exdirector del programa Bogotá Cómo Vamos, considera que la gente demanda de los gobiernos soluciones y son más críticos con ellos. “Hoy los ciudadanos confían en los expertos antes que en los líderes políticos. Eso va a transformar la forma de hacer política y de gobernar”, dice Oróstegui
Considera también que “la confianza en las instituciones de gobierno será crucial para superar la pandemia” y que “el control social y la veeduría a los datos y la información oficial ayuda a legitimar mejor las decisiones de gobierno”.
En efecto, la segunda encuesta de Tendencias Digitales, en alianza con el GDA, frente a la primera refleja una disminución del 18 % en la confianza sobre la información emitida por el gobierno sobre la pandemia. Para un 64 % es poco confiable o nada confiable, un 28 % la considera algo confiable y solo para un 8 % es muy confiable. Estas dos últimas menciones sumaban en la primera medición un 44 %.