Nueva York.— Donald Trump nunca se cansa de repetir que, antes de que él llegara al poder, “el mundo se reía” y “burlaba” de Estados Unidos. Y que él, sólo él, iba a revertir eso con sus propuestas y políticas para recuperar la grandeza y el respeto para EU.

Su grandilocuencia y confianza se resquebrajaron a los pocos minutos de iniciar su discurso de este año ante la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU), el segundo desde que es presidente de EU, cuando los líderes mundiales no pudieron aguantar la risa ante las hipérboles y falacias del mandatario, quien se vanaglorió de los supuestos éxitos a nivel interno que ha conseguido. “En menos de dos años, mi administración ha conseguido más que cualquier otra administración en la historia de nuestro país”, lanzó Trump a los líderes mundiales, un “progreso extraordinario” que se dispuso a detallar cuando, en la platea, las risas y los murmullos lo frenaron.

Las sonrisas irónicas de los delegados mundiales fueron tan evidentes que incluso la Casa Blanca no pudo censurarlas ni borrarlas de la transcripción oficial del discurso. “Estaba previsto que despertara algunas risas, estuvo muy bien”, aseguró el presidente estadounidense; sin embargo, en directo, la sensación de bochorno fue mayúscula. El discurso, reconoció, no recibió “la reacción esperada”. “Pero está bien”, añadió.

La risa se convirtió en gesto serio conforme avanzaba el discurso de Trump. El ataque a los fundamentos globales fue directo a la boca del estómago de los presentes. “Rechazamos la ideología del globalismo y abrazamos la doctrina del patriotismo”, sentenció Trump.

Era la confirmación de que el “Estados Unidos primero”, presentado el año pasado, se mantenía inalterable e incluso redoblaba su peso. “A partir de ahora, sólo daremos ayuda a aquellos que nos respeten y, francamente, sean nuestros amigos”, dijo en su discurso, de escasos 35 minutos.

Una de las respuestas más encendidas vino del presidente francés Emmanuel Macron, quien llamó a no firmar acuerdos comerciales con los países que “no respeten el Acuerdo de París” sobre el cambio climático. EU se desmarcó de dicho pacto.

Irán también respondió fuerte a las amenazas de Trump y su llamado a otros países a “aislar al régimen iraní”. El presidente de Irán, Hassan Rouhani, dijo que su par de EU “parece estar decidido a que todas las instituciones internacionales sean ineficaces”, y lo acusó, sin nombrarlo, de fomentar “el racismo”.

El desplante de Trump hacia el sistema multilateral empezó mucho antes de que pronunciara la primera palabra: a pesar de alojarse a escasos metros de la sede de la ONU, el presidente llegó tarde a su cita con sus colegas internacionales. Tan tarde que incluso se tuvo que modificar la agenda oficial. En lugar del segundo turno de palabra, que históricamente siempre es para EU como país anfitrión, Trump habló tercero, tras Brasil y Ecuador. Con información de agencias

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