Un grupo de estudiantes se reunió este sábado como de costumbre para bailar en la plaza de la Libertad de Taipéi, la capital de Taiwán, a pesar de las amenazas de Beijing, que inició ejercicios militares alrededor de la isla autogobernada.
"Creo que la mayoría de los taiwaneses ya estamos acostumbrados, simplemente decimos, aquí vamos otra vez", afirma Jim Tsai, de 16 años, en referencia a las numerosas maniobras chinas que se realizaron cerca de la isla en los últimos años.
"Estamos un poco preocupados, pero no nos queda otra opción que seguir avanzando. Creo que nuestro gobierno no nos abandonará", añadió a su vez Hong Xiang-Yu, un estudiante de 23 años.
"Claro que tengo miedo", prosiguió. "Aquí estamos en la plaza de la Libertad. Espero que pueda seguir siendo libre, libre de hacer lo que quiera y decir lo que quiera", declaró.
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China inició este sábado tres días de ejercicios militares alrededor de Taiwán en respuesta a la reunión de su presidenta, Tsai Ing-wen, con el líder de la Cámara de Representantes estadounidense.
Las maniobras "sirven como severa advertencia contra la colusión entre las fuerzas separatistas que buscan 'la independencia de Taiwán' y las fuerzas externas", señaló en un comunicado el sábado un portavoz militar, Shi Yin.
El "ejercicio de hoy se centra en la capacidad de tomar el control del mar, el espacio aéreo y de información [...] para crear una disuasión y un cerco total" de Taiwán, precisó la televisión estatal china, CCTV.
La amenaza no parece afectar a la población, como demuestran los numerosos jóvenes presentes en la emblemática plaza de la Libertad.
Algunas escuelas participaban este sábado en una ceremonia en honor a Chiang Kai-shek, el dirigente chino que llevó a su gobierno y a sus partidarios al exilio en la isla tras la victoria comunista de 1949.
Durante 20 años, se presentó como el único gobierno legítimo de China, aunque ni él ni sus sucesores declararon nunca la independencia.
Michael Chuang, un trabajador de la construcción de 32 años, declaró: parece que a los chinos "les gusta hacer eso, rodear Taiwán como si fuese de ellos. Ya me acostumbré".
"De todos modos, si nos invaden, no podremos escapar. Ya veremos lo que nos depara el futuro y decidiremos en ese momento", añadió, con un tono fatalista.
La plaza de la Libertad se convirtió en símbolo de la evolución de Taiwán hacia una sociedad democrática, a pesar del monumento a Chiang Kai-shek, que implementó un régimen autoritario hasta su muerte en 1975, encarcelando, ejecutando y forzando miles de opositores al exilio.
Muchos jóvenes taiwaneses lo ven hoy como un régimen relativamente parecido al que gobierna actualmente en Beijing.
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