Por segunda vez en menos de un mes la tierra explotó en la península de Reykjanes en Islandia con la erupción de un volcán aledaño al pueblo pesquero de Grindavík, en el suroeste del país.
Dos fisuras volcánicas se abrieron formando un río de lava que ya ha alcanzado e incendiado algunas casas.
La erupción está siendo "el peor escenario posible", según un experto, y toda la población de la ciudad ha sido evacuada.
Las defensas construidas tras la erupción en diciembre han contenido parcialmente la lava, pero algunas ya han cedido cortando la carretera principal de acceso a la población.
Este lunes, las autoridades islandesas declararon que el flujo de roca fundida parecía haberse ralentizado.
El presidente de Islandia, Gudni Johannesson, se dirigió a la nación en una transmisión en directo e instó a la población a "permanecer unida y tener compasión por aquellos que no pueden estar en sus casas".
Dijo que esperaba que la situación se calmara, pero que "cualquier cosa puede pasar", informó la agencia de noticias AFP.
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La erupción de diciembre estuvo precedida de una fuerte actividad sísmica en el sistema volcánico de Svartsengi.
En las semanas posteriores se construyeron muros alrededor del volcán para alejar la roca fundida de Grindavík, donde viven unas 4 mil personas, pero la Oficina Meteorológica de Islandia (OMI) dijo que las barreras se habían roto en algunos lugares, lo que permitió que la lava llegara a la ciudad e incendiara casas y edificios.
Muchas personas que habían regresado a Grindavík tras la anterior erupción en diciembre se vieron obligadas a abandonar de nuevo sus hogares.
Las personas que habían regresado a Grindavik tras la anterior erupción se vieron obligadas a abandonar de nuevo sus hogares.
"Ver arder tu casa en directo por televisión no es algo que se puede soportar tan fácilmente", le contó Unndpr Sigurthsson al periódico islandés MBL después de que su casa fuera destruida por la lava.
Agregó que su familia había abandonado casi todas sus pertenencias cuando fueron evacuados, quedándose sólo con ropa y artículos de primera necesidad.
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La vulcanóloga Evgenia Ilyinskaya declaró al programa de televisión BBC Breakfast que es probable que la península entre en un periodo de erupciones frecuentes, conocido como los Nuevos Fuegos de Reykjanes.
La profesora Ilyinskaya dijo que las erupciones podrían tener lugar "cada pocos meses o una vez al año durante varias décadas o varios siglos".
Los Fuegos de Reykjanes fueron una serie de intensa actividad volcánica en la península en el siglo XII.
La primera ministra, Katrin Jakobsdottir, dijo que el gobierno se reunirá para discutir medidas de alojamiento para los residentes evacuados.
"Hoy es un día negro para Grindavík y hoy es un día negro para toda Islandia, pero el sol volverá a salir", dijo.
"Juntos nos enfrentaremos a esta conmoción y a lo que pueda venir. Nuestros pensamientos y oraciones están con ustedes".
El nivel de alerta del país se ha elevado a "emergencia", el más alto de la escala de tres niveles que señala que podría haber una amenaza de daños para las personas, las comunidades, los bienes o el medio ambiente.
La erupción del domingo es la quinta que se produce en la península de Reykjanes desde 2021.
Islandia se asienta sobre lo que se conoce como Dorsal Mesoatlántica, el límite entre las placas tectónicas euroasiática y norteamericana, dos de las mayores del planeta. Islandia tiene 33 sistemas volcánicos activos.
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