Unas declaraciones polémicas.
Algunos hispanos que apoyaron a Donald Trump estas pasadas elecciones obviaron la retórica antiinmigración del actual mandatario por su posición en temas como el aborto.
Eso es lo que aseguró el expresidente de Estados Unidos Barack Obama esta semana en una entrevista que generó controversia en el país.
Las encuestas a boca de urna mostraron que Trump obtuvo este 2020 un mayor porcentaje del llamado "voto latino" —un concepto que agrupa a unos 32 millones de personas— que en las elecciones de 2016.
El presidente republicano logró el apoyo de alrededor del 32% de los votantes de este diverso grupo demográfico en 2020, un 28% más que hace cuatro años.
En una entrevista con el podcast The Breakfast Club el miércoles, Obama habló de ese apoyo a Trump por parte de los latinos.
"La gente se mostró sorprendida de que muchos de los amigos latinos votaran por Trump", señaló Obama, mientras hablaba de la dura política migratoria del presidente, que fue uno de los pilares de su gobierno.
"Pero hay muchos hispanos evangélicos para los que el hecho de que Trump diga cosas racistas sobre los mexicanos o ponga a trabajadores indocumentados detenidos en jaulas es menos importante que el hecho de que apoye sus visiones en torno al matrimonio homosexual o el aborto", consideró.
Obama participó en el programa en el marco de la promoción de su nuevo libro A Promised Land, que vendió 1.7 millones de copias en Norteamérica en su primera semana.
El expresidente también consideró en la entrevista que el Partido Republicano de Trump ha incentivado que los hombres blancos se vean a sí mismos como víctimas.
"En la política republicana, ves cómo se ha creado la idea de que los hombres blancos son víctimas (…) Que son los que están bajo ataque, algo que obviamente no encaja ni con la historia, ni los datos, ni con la economía".
No está claro a qué se refería exactamente Obama cuando aludió al matrimonio entre personas del mismo sexo.
Una semana después de ser elegido, en 2016, Trump dijo que estaba de acuerdo con la decisión de la Corte Suprema de permitir el matrimonio igualitario, pese a que había comentado a la cadena CNN un año antes que él abogaba por "el matrimonio tradicional".
En los inicios de su carrera a la presidencia en 2008, Obama de hecho se opuso al matrimonio gay, si bien en 2012 manifestó que estaba a favor.
En estas pasadas elecciones, Trump ganó el 28% del voto del colectivo LGBT, el mayor porcentaje que ha conseguido un candidato presidencial republicano desde George W. Bush en el año 2000.
Otra de las partes más polémicas de las declaraciones de Obama fue su referencia a las "jaulas", en alusión a las instalaciones en la frontera donde cientos de niños que habían sido separados de sus padres fueron encerrados en 2018 bajo política de Trump, la más dura hasta la fecha en ese sentido.
No obstante, ese tipo de recintos fueron construidos durante la presidencia de Obama. Unos 60 mil menores no acompañados detenidos en la frontera sur de Estados Unidos con México fueron trasladados a esos enclaves y mantenidos allí durante el verano de 2014.
El gobierno de Obama también separó niños migrantes de adultos en la frontera, aunque solo en circunstancias excepcionales.
Trump, por su parte, ha sido duramente criticado por sus palabras durante el lanzamiento de su campaña presidencial en 2015, cuando dijo lo siguiente sobre los migrantes mexicanos: "Traen drogas. Traen crimen. Son violadores. Y algunos, supongo, son buenas personas".
Las críticas a los comentarios de Obama, especialmente de las filas republicanas, no tardaron en llegar.
El encuestador republicano Frank Luntz consideró que las declaraciones de Obama reflejaban un "vago análisis" de la situación, que "seguramente se convierta en la opinión generalizada de sus seguidores: 'La gente que no nos apoya son fanáticos'".
Steve Cortes, uno de los asesores de la última campaña de Trump y estratega especialista en el voto latino, consideró que Obama insultó a este grupo demográfico.
"Pese a lo importante que son las cuestiones fundamentales sobre la vida, los factores económicos fueron los que llevaron a la mayoría de votantes de clase trabajadora a votar por Trump, incluidos los latinos".
"Algunos demócratas creen que pueden criticar los valores y las creencias religiosas de los hispanos y aun así ganarse su voto jugando la carta de la raza", tuiteó por su parte el gobernador de Texas, Greg Abbott.
Como escribía la corresponsal de BBC Mundo en Los Ángeles y especialista en cuestiones que afectan a los latinos, Patricia Sulbarán, "la narrativa del voto latino ha acompañado a los ciclos electorales durante décadas, pero los expertos apuntan que el término engloba unos mitos que en esta elección quedaron claramente desmontados".
"Las experiencias de los latinos en Estados Unidos son amplísimas y muy diversas en dependencia de factores como el nivel educativo, el estatus socioeconómico y la ubicación geográfica", explicaba la periodista.
"Pese a lazos fuertes y comunes como el uso del idioma español, las definiciones identitarias también varían de acuerdo a otros elementos como la religión y la crianza familiar (…) y dado que todos esos factores forman opiniones y posturas políticas, es normal que haya latinos que apoyen a candidatos de ambos partidos".
Y es que hablar del "voto latino" como uno único implica que es un grupo de personas que comparten los mismos puntos de vista, "y aunque hay coincidencias, no todos piensan igual", destacaba a BBC Mundo Mark López, director de Migración Global e Investigación Demográfica del Centro Pew de Investigación, con sede en Washington.
Entre el total de latinos con derecho a voto en el país, el 59% son mexicanos o mexicano-estadounidenses, el 14% son puertorriqueños, el 5% de origen cubano y el 22% de otros orígenes hispanos, según cifras del centro Pew de 2016.
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