En Colombia, millones de estudiantes continúan sus clases vía web. Sin embargo, muchos de ellos no cuentan con una computadora para conectarse.
Camila y Mariana son dos niñas co-lombianas que en vista de la pande-mia continúan con sus clases, pero en circunstancias muy distintas. Camila sólo tiene acceso a través del celular de su madre, y no le es tan sencillo conseguir todos los materiales, a diferencia de estudiantes como Mariana, quien tiene la fortuna de tener acceso a una computadora e internet.
“En mi colegio se están manejando las clases virtuales siguiendo las jornadas de educación habituales que teníamos antes. Nuestras clases se están manejando por Zoom. Nosotros nos conectamos y esperamos a que el profesor [también lo haga] e inicie la clase”, explica a EL UNIVERSAL Mariana Contreras, quien completa su educación primaria vía web en medio de la cuarentena.
“Las tareas se han reducido en un gran porcentaje, porque la opinión del colegio es que no debemos estar tanto tiempo frente a un computador. Siendo sincera, he estado aprendiendo igual (…) En mi casa, mi internet es muy bueno y rápido, pero he notado que algunos compañeros y profesores han tenido problemas con el suyo, a algunos se les corta el video”, añade la estudiante.
Los compañeros de Mariana realizan sus actividades en compañía de sus padres, ellos también están en cuarentena, aguardando respuestas sobre qué sucederá cuando levanten las medidas. “Los profesores nos han hablado sobre lo que haremos después. Por ejemplo en biología, en dos meses, si se puede, haremos las prácticas en laboratorio.
“ Los profesores creen que esto podría pasar pronto. No nos han asegurado, nos dicen que después de esto podremos hacer actividades que hemos pospuesto, pero los mismos niños creemos que esto no va a pasar muy pronto, pasarán tres meses y podremos volver”, afirma Mariana.
Los papás de Mariana, a pesar de la cuarentena, no han tenido mayores complicaciones. “Me he visto afectada porque mi tiempo de vacaciones ya se perdió. En la empresa en la que estoy sí ha habido cierres de centros médicos y esperamos que se reactiven terminando la primera cuarentena. Hay gente que está en la empresa en vacaciones no remuneradas y en contratos suspendidos”, dice su mamá, Yohanna Carillo quien trabaja vía internet.
Según el Laboratorio de Economía de la Educación (LEE) de la Universidad Javeriana, 96% de los municipios en el país no pueden implementar clases virtuales, pues más de la mitad de sus estudiantes no tienen acceso a computador ni internet en casa.
“Por situaciones económicas no tengo computador y no he podido hacer mis tareas”, cuenta Camila. Ella estudia desde hace dos meses desde su casa sin tienen acceso a una computadora para realizar sus tareas. De 17 años, todos los días se levanta y se prepara para realizar los trabajos que su escuela le asigna. “En mi colegio veo clases de religión, ética, inglés, ciencias políticas, matemáticas, español y otras. Ahorita estudio por medio de guías que me dan en el colegio. Resolver algunas guías me quedan difíciles y si siento que casi no puedo aprender nada.
“Extraño también mucho a mis compañeras de clase”, dice. Por medio de las guías, ella continúa con sus clases, esperando a que en su escuela le den información sobre cuándo podrán regresar a las aulas. Debido a la contingencia, su familia se ha visto afectada económicamente, por lo cual tampoco pueden usar transporte público.
“Mi familia va por el material y lo hacen cuando mi acudiente [tutor estudiantil] o mi mamá puede salir. No usan transporte público y van caminando, son un promedio de 15 cuadras (...) En mi casa estoy con mi abuelita y mi demás familia. Mi tío y mi papá son los únicos que pueden salir a trabajar. Mi tío trabaja en un taller de motos, mi papá en construcción”, relata. Su familia es la que la acompaña mientras hace sus tareas, su mamá es cocinera de un restaurante y no puede laborar por las medidas de cierre.
El Observatorio de la Universidad Colombiana afirma que “estar en crisis deja al descubierto cuáles han sido nuestras prioridades como país. Es complejo decir: ‘Lávense las manos’, cuando el agua es escasa y se recoge en balde, o ‘vamos a hacer todo por internet’, cuando en casa no hay un solo computador ni luz eléctrica, sólo unas cuantas horas al día”.
La cuarentena en el país se extendió hasta el 26 de mayo. Los estudiantes con y sin recursos deberán continuar con sus actividades hasta que puedan regresar a las aulas.