Más Información
En carta, Sheinbaum responde a Trump sobre imposición de aranceles a México; “A un arancel vendrá otro”, señala
Tras anuncio de aranceles, Trudeau y Trump tuvieron una conversación “productiva” sobre comercio y fronteras
Juez cancela orden de aprehensión contra Yunes Márquez; lo acusaron por falsedad y uso de documento falso
Entre controversias, Sheinbaum enviará carta a Trudeau; expondrá importancia de fortalecer relación comercial
Elección judicial saldrá adelante, pero con complicaciones, advierte el INE; espera respuesta a prórroga
Managua.— Hombres y mujeres nicaragüenses inundaron ayer las redes sociales con la campaña #soypicorojo en favor de la libertad de los detenidos por protestar contra el gobierno de Daniel Ortega, que organismos humanitarios estiman en unas 500 personas.
Labios gruesos, delgados, barbudos, serios, sonrientes o sensuales, de mujeres, hombres y hasta de animales, aparecieron pintados en Nicaragua. La iniciativa surgió luego de que 15 mujeres capturadas por la policía el pasado domingo, utilizaron un pintalabios para desconcertar a los agentes en un interrogatorio en la cárcel El Chipote, denunciada como centro de torturas por organismos defensores de los derechos humanos.
“Yo andaba con una pintura de labios roja y se la di a todas las mujeres para que se pintaran. Cuando preguntaron a qué organización pertenecíamos, respondimos que pertenecíamos a la ‘Organización de Mujeres Nicaragüenses Pico Rojo’... Reaccionaban desconcertados, ellos no sabían cómo actuar”, dijo la dueña del pintalabios, la socióloga y feminista Marlen Chow, haciendo gala de un ingenio pícaro ante las autoridades que en Nicaragua se conoce como “güegüense”. Minutos después de que contó la historia, tras ser liberada, el lunes, en medio de una creciente presión internacional que incluyó a siete gobiernos latinoamericanos, los nicaragüenses se “autoconvocaron” para amanecer ayer con el “pico rojo” y colgar sus fotos en las redes sociales.
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) estima que unas 500 personas, entre estudiantes, campesinos y pobladores que han participado en las protestas contra el gobierno desde hace seis meses, están detenidos tras “arrestos arbitrarios” y acusados por delitos de terrorismo y crimen organizado.
Ayer mismo, tres jóvenes que participaron en protestas contra Ortega fueron condenados a 17 años y seis meses de cárcel por el delito de terrorismo en perjuicio del Estado de Nicaragua, incluida la quema de una estación de radio en el marco de la crisis que vive el país desde abril pasado. El juez Vargas exoneró a los tres jóvenes del delito de homicidio en grado de frustración contra el personal de la radioemisora oficialista.
Organismos humanitarios sostienen que los jóvenes son inocentes y que forman parte de más de 300 personas que el gobierno mantiene como “presos políticos” por haber protestado en contra.
Nicaragua vive una crisis social y política que ha generado protestas contra el gobierno de Ortega y un saldo de entre 322 y 512 muertos, según organismos de Derechos Humanos locales y extranjeros, mientras que el Ejecutivo cifra en 199 los fallecidos.
La oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) han responsabilizado al gobierno de “más de 300 muertos”, así como de ejecuciones extrajudiciales, torturas, obstrucción a la atención médica, detenciones arbitrarias, secuestros y violencia sexual, entre otras violaciones a los Derechos Humanos.
Ortega niega las acusaciones y dice que se trata de un intento de “golpe de Estado”.
El Grupo de Trabajo de la Organización de Estados Americanos (OEA) para Nicaragua considera una visita al país centroamericano, según dijeron ayer fuentes diplomáticas. El principal problema de la visita es que el gobierno de Ortega la rechaza. “Ese es el meollo del asunto y en lo que se está trabajando, pues no se trata de imponer”, indicaron las fuentes.