La Universidad de Columbia, epicentro de las protestas estudiantiles contra la guerra en Gaza, no va a retirar sus inversiones de Israel, según anunció este lunes su presidenta, Minouche Shafik, negando así una de las principales reivindicaciones de los activistas que ocupan su campus desde hace dos semanas.
En un comunicado emitido en la mañana del lunes, Shafik recuerda que llevan cinco días negociando con los activistas el modo de desmantelar voluntariamente el campamento de decenas de tiendas instaladas en el campus principal, pero lamenta que no hayan podido llegar a un acuerdo.
Más allá de las reclamaciones sobre política exterior del gobierno estadounidense, los acampados -cuyo movimiento se ha extendido como mancha de aceite por todo el país y parte de las universidades europeas Europa- reclamaban que la universidad deje de invertir en empresas con intereses en Israel, al menos mientras dure la guerra.
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Y si Columbia se ha negado a hacerlo, les ha propuesto como alternativa comenzar a invertir en los sectores de salud y educación en Gaza, incluyendo proyectos educativos para la temprana infancia y "apoyo a escolares desplazados", que en este momento son la mayoría de la infancia en Gaza.
En todo caso, Shafik garantiza que las protestas podrán continuar en el campus siempre que sean notificadas con dos días de antelación.
"No tenemos intención de suprimir ni la libre expresión ni el derecho a la protesta pacífica", recalca, pero también añade que muchos de los estudiantes judíos "se han encontrado con una atmósfera intolerante y han llegado a abandonar el campus".
La rectora concluye con un nuevo llamamiento en el que apremia a los acampados a dispersarse voluntariamente, mientras que la dirección "explora alternativas internas para terminar con la crisis lo antes posible".
kicp