Las elecciones para renovar el Parlamento de la Unión Europea viven este domingo su jornada decisiva, con el voto en la mayoría de los 27 países del bloque y la perspectiva de un fortalecimiento de la extrema derecha.
La elección de los 720 diputados del Parlamento Europeo es el primer paso de la renovación de los dirigentes de la UE: los presidentes de la Comisión Europea, el brazo ejecutivo de la UE, y del Consejo, que representa a los países del bloque.
Los países más poblados de la UE, Alemania, Francia y España abrieron en la mañana sus centros de voto. Italia inició su votación el sábado, pero cerrará las urnas en la tarde del domingo.
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En Francia, las proyecciones al mediodía local indicaban una nivel de participación del orden 19,81%, muy levemente por encima del 19,26% que se había registrado al mismo horario en las elecciones de 2019.
Alemania es el país que elegirá el mayor número de eurolegisladores, con 96, seguido por Francia (81), Italia (76) y España (61). Malta, Luxemburgo y Chipre escogerán 6 cada uno.
Las proyecciones en toda la UE indican que el bloque del Partido Popular Europeo (PPE, derecha) seguirá siendo el más fuerte de la Eurocámara, seguido por el grupo de los Socialistas & Demócratas (S&D, socialdemócratas).
En tanto, el bloque de Renovar Europa (Renew, centristas y liberales) debería mantenerse como el tercero en importancia, aunque lastrado por el avance de la derecha y la extrema derecha.
Los sondeos indican que los partidos de extrema derecha podrían obtener hasta un cuarto de los escaños, al punto de amenazar a la bancada de los Verdes.
La familia política de la ultraderecha está dividida en dos bloques, pero una clara demostración de fuerza los posicionaría como interlocutores insoslayables en el proceso de toma de decisiones.
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De un lado, está el bloque de Conservadores y Reformistas (ECR) y del otro, el de Identidad y Democracia (ID), separados por su postura sobre la propia UE.
El resultado de este domingo redefinirá el mapa político de la UE de los próximos cinco años en un momento en que el bloque enfrenta temas como la guerra en Ucrania y negociaciones comerciales.
La actual presidenta de la Comisión y aspirante a un nuevo mandato de cinco años, la alemana Ursula von del Leyen, perteneciente al PPE, votó en la mañana en la localidad de Burgdorf, en Baja Sajonia, acompañada por su marido.
Von der Leyen abrió la puerta a alianzas puntuales con el grupo de la primera ministra de extrema derecha de Italia, Giorgia Meloni.
Con sus 38 millones de ciudadanos con derecho a voto, España elegirá a 61 de los 720 eurodiputados y es el cuarto país con más escaños.
El apoyo de los españoles a la UE se mantiene alto --un 67% es favorable, según el último sondeo Eurobarómetro-- quizás porque asocian la modernización del país tras la dictadura franquista (1939-1975) al ingreso en el bloque.
España ha encadenado en poco más de un año elecciones municipales, regionales, nacionales y ahora europeas, y cada una tiene sabor a revancha de la anterior, entre los socialistas del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y los conservadores del Partido Popular (PP), liderado por Alberto Núñez Feijóo.
La campaña fue muy ruda y estuvo dominada por la investigación judicial por presunta corrupción y tráfico de influencias a la esposa de Sánchez, Begoña Gómez, quien está citada a declarar el 5 de julio.
"Es importante que con nuestro voto decidamos si queremos una Europa que avance o una Europa que retoceda. Y espero que sea lo primero, antes que lo segundo", dijo después de votar el presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez.
En Francia, sondeos indican que el partido de extrema derecha Agrupación Nacional, de Marine Le Pen, puede derrotar a la alianza de centro-derecha del presidente Emmanuel Macron.
A su vez, en Alemania el partido de extrema derecha AfD podría captar alrededor del 14% de los votos, en paridad con los verdes y por detrás de los democristianos.
Otro país donde la extrema derecha puede tener un resultado sólido es Hungría.
"Espero que de estas elecciones salga una mayoría favorable a la paz", declaró el primer ministro, el nacionalista Viktor Orban, tras votar en Budapest.
Ferenc Hamori, un profesor de Educación Física que votó en la periferia de Budapest, dijo que la funcionaría mucho mejor si contase con más dirigentes como Orban.
El Partido de Orban, Fidesz, tiene aproximadamente el 50% de las intenciones de voto, y en segundo lugar está la formación de oposición Tisza, con cerca del 27%.
En Polonia, el médico Andrzej Zemiejewski, de 51 años, dijo luego de votar en Varsovia que su preocupación más apremiante era el refuerzo "de la seguridad", ante la proximidad de su país con el escenario de la guerra entre Rusia y Ucrania.
kicp