Estados Unidos se acerca peligrosamente a un cierre del gobierno, que se puede dar este sábado a la medianoche. Kevin McCarthy, presidente de la Cámara de Representantes, no ha logrado que se apruebe un plan para financiar a la administración.

Los republicanos se negaron a apoyar el proyecto de ley, de su mismo partido en la Cámara Baja, a pesar de sus fuertes recortes de gasto de casi el 30% en muchas agencias y severas disposiciones de seguridad fronteriza, calificándolo de insuficiente.

La Casa Blanca y los demócratas rechazaron el enfoque republicano por considerarlo demasiado extremo. La votación fue 198-232, con 21 republicanos de extrema derecha votando a favor de hundir el paquete. Los demócratas votaron en contra.

Los rebeldes están encabezados por el representante Matt Gaetz, republicano por Florida, un un importante aliado del exmandatario Donald Trump.

El fracaso total del proyecto de ley un día antes de la fecha límite del sábado para financiar al gobierno deja pocas opciones para evitar un cierre que suspenderá a los trabajadores federales, mantendrá al ejército trabajando sin paga e interrumpirá los programas y servicios para millones de estadounidenses.

El resultado pone en grave peligro la presidencia en la Cámara Baja de McCarthy, sin casi ninguna influencia política para liderar en un momento crítico que ha llevado al gobierno a la crisis. Incluso el fallido plan, una concesión extraordinaria para recortar inmediatamente el gasto en un tercio para muchas agencias, no fue suficiente para satisfacer al flanco de extrema derecha.

El Senado siguió adelante el viernes con su propio plan favorecido por republicanos y demócratas para mantener abierto el gobierno y al mismo tiempo reforzar la ayuda a Ucrania y las cuentas de desastre de Estados Unidos. Pero eso no importará con la Cámara sumida en el caos político.

La Casa Blanca ha hecho caso omiso de las propuestas de McCarthy de reunirse con el presidente Joe Biden después de que el presidente se retirara del acuerdo de deuda que negociaron a principios de este año y que fijaba los niveles presupuestarios.

"Los republicanos extremistas de la Cámara ahora están triplicando sus demandas de destripar programas con los que cuentan millones de familias trabajadoras", dijo la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.

Jean-Pierre dijo: “El camino a seguir para financiar el gobierno ha sido trazado por el Senado con apoyo bipartidista; los republicanos de la Cámara de Representantes sólo necesitan tomarlo”.

Concesiones no fueron suficientes

Atendiendo a su flanco de extrema derecha, McCarthy había vuelto a los límites de gasto que los conservadores exigieron en enero como parte del acuerdo para ayudarlo a convertirse en líder de la Cámara Baja.

Su paquete no habría recortado los departamentos de Defensa, Veteranos o Seguridad Nacional, pero habría recortado casi todas las demás agencias hasta en un 30%, duros golpes a una amplia gama de programas, servicios y departamentos de los que los estadounidenses dependen habitualmente.

También agregó nuevas y estrictas disposiciones de seguridad fronteriza que impulsarían la construcción del muro en la frontera sur con México, entre otras medidas. Además, el paquete habría creado una comisión de deuda bipartidista para abordar la creciente carga de deuda del país.

Antes de la votación, el republicano prácticamente desafió a sus colegas reticentes a oponerse al paquete un día antes del cierre casi seguro del sábado. El proyecto de ley de la Cámara habría mantenido abiertas las operaciones hasta el 31 de octubre.

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“Cada miembro tendrá que dejar constancia de su posición”, dijo McCarthy. Cuando se le preguntó si tenía los votos, McCarthy dijo: "Ya veremos".

Pero tan pronto como comenzó el debate en el pleno, el principal crítico republicano de McCarthy, el representante Matt Gaetz de Florida, anunció que votaría en contra del paquete e instó a sus colegas a “no rendirse”.

La extrema derecha, encabezada por Gaetz, ha estado amenazando con derrocar a McCarthy, con una inminente votación para intentar destituirlo de la oficina del presidente de la Cámara de Representantes a menos que cumpla con las demandas conservadoras. Aun así, no está claro si algún otro republicano contaría con el apoyo de la mayoría de la Cámara para liderar el partido.

Gaetz dijo después que el proyecto de ley del orador “se incendió como les dije durante toda la semana que sucedería”.

Él y otros que rechazan la medida temporal quieren que la Cámara siga impulsando los 12 proyectos de ley de gasto individuales necesarios para financiar al gobierno, normalmente un proceso que dura semanas, mientras persiguen sus prioridades conservadoras.

La representante Marjorie Taylor Greene habla con los periodistas antes de asistir a una reunión del caucus republicano por la tarde en el Capitolio de Estados Unidos el 29 de septiembre de 2023 en Washington. Foto: AFP
La representante Marjorie Taylor Greene habla con los periodistas antes de asistir a una reunión del caucus republicano por la tarde en el Capitolio de Estados Unidos el 29 de septiembre de 2023 en Washington. Foto: AFP

Antes, en la semana, la republicana Marjorie Taylor Greene, cercana al exmandatario Donald Trump, dijo: "No votaré un solo centavo a la guerra en Ucrania. Estoy primero por Estados Unidos".

"Las personas de mi distrito, y de todo el país, están hartos de financiar a otros", dijo de su lado el representante Eli Crane.

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Aliados de Trump

Algunos de los republicanos que se resisten, incluido Gaetz, son aliados de Donald Trump, quien es el principal rival de Biden en 2024. El expresidente ha estado alentando a los republicanos a luchar duro por sus prioridades e incluso a “cerrarlo”.

El margen de la derrota sorprendió incluso a los miembros republicanos.

"Desafortunadamente, un puñado de personas, y en particular un partido de uno solo, Matt Gaetz, ha decidido poner su propia agenda, su propia agenda personal, por encima de todo", dijo el representante Mike Lawler, quien se enfrenta una dura candidatura a la reelección el próximo año, afirmó tras la votación.

"Sólo hay una persona a quien culpar por cualquier posible cierre del gobierno, y ese es Matt Gaetz", añadió. "No es un republicano conservador; es un charlatán".

Más tarde, Gaetz respondió en X a Lawler: "Otros 20 republicanos votaron conmigo. ¡Y SÉ EL MEJOR, Mike!".

La Cámara regresará para una inusual sesión el sábado, pero no está claro sobre qué votarán. McCarthy dijo después de la reunión que ahora está considerando un proyecto de ley de financiación limpia -sin ayuda a Ucrania- que se originaría en la Cámara, pero añadió que los demócratas probablemente no lo apoyarían.

La representante republicana de Colorado, Lauren Boebert. Foto: EFE
La representante republicana de Colorado, Lauren Boebert. Foto: EFE

Se esperaban un puñado de deserciones del Partido Republicano, pero los 21 votos en contra se consideraron una cifra asombrosa. Algunos de republicanos que rechazaron el proyecto de McCarthy incluyeron: Gaetz y los representantes Andy Biggs, Eli Crane y Paul Gosar, todos de Arizona; Lauren Boebert y Ken Buck, ambos de Colorado; Marjorie Taylor Greene de Georgia; Tim Burchett y Andy Ogles, ambos de Tennessee; Alex Mooney, candidato al Senado por Virginia Occidental; Matt Rosendale, candidato al Senado por Montana; y Nancy Mace, que representa un distrito indeciso en Carolina del Sur.

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