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San José.— ¿Hay dinero sucio de cárteles mexicanos insertado en las entrañas de las elecciones presidenciales y legislativos de mañana en Ecuador?
“Sí y no”, dice el ecuatoriano Fernando Carrión, académico de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), ente no gubernamental autónomo.
“Es muy probable que haya financiamiento de cárteles mexicanos en elecciones regionales de Ecuador, pero parece menos factible en presidenciales o nacionales”, relata Carrión, autor de estudios sobre narcotráfico, fronteras y violencia.
En los distintos tipos de consulta popular en las urnas “puede haber recursos” de la narcoactividad, “pero es más claro cuando se eligen alcaldes”, relató Carrión a este diario. Los comicios seccionales serán en 2023.
“Ecuador está entre Colombia y Perú, principales productores mundiales de cocaína. La presencia de los cárteles en campañas electorales tiene más que ver en las de provincias [estados] y municipios. A nivel nacional, quizás el mayor peso esté en las legislativas”, narró.
“La penetración tiene más que ver en territorios de producción y tránsito de droga y lavado de dinero, con los cacicazgos corruptos de políticos locales. Ahí tiene muchos más sentido la presencia de estos dineros en las campañas en focos puntuales de economía ilícita”, adujo.
Amarre
Un triángulo de drogas, lavado y corrupción política ata a México, Colombia y Ecuador. Cárteles mexicanos y colombianos del narcotráfico, guerrillas comunistas colombianas y mafias logísticas ecuatorianas controlan un vasto operativo del crimen organizado internacional que requiere de favor político.
Colombia confirmó a este diario que emisarios mexicanos de cárteles de México, como Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG), están en el sur de suelo colombiano y en el norte del ecuatoriano, limítrofes entre ambos países, para coordinar la siembra de hoja de coca (materia prima de la droga), y la producción y transporte de cocaína del sur al norte de América por mar o por aire.
La revista Semana, de Colombia, reveló el 30 de enero que la guerrilla comunista colombiana del Ejército de Liberación Nacional (ELN)—con nexos probados con CJNG— donó 80 mil dólares a la campaña del izquierdista Andrés Arauz, candidato a la presidencia de Ecuador por la opositora Unión por la Esperanza (UNES). El ELN y UNES desmintieron a Semana.
Una denuncia similar sacudió la campaña de Ecuador de 2007, cuando el entonces candidato Rafael Correa, luego vencedor y presidente, negó haber recibido dinero de la guerrilla comunista de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), ya disuelta y probado proveedor de cocaína del Cártel de Sinaloa.