Washington.— La Organización de los Estados Americanos (OEA) aprobó ayer por consenso una resolución crítica con la política de separación familiar en la frontera de Estados Unidos. El documento, impulsado por México y apoyado por los países del Triángulo Norte (Honduras, El Salvador y Guatemala), se convirtió en una condena oficial del organismo hemisférico contra la administración de Donald Trump.
La votación en el Consejo Permanente de la OEA fue extraña y expedita, casi sin debate. El temor a que no hubiera el apoyo necesario, especialmente por las presiones de algunos países ante la posibilidad de condenar y enfrentarse a EU, provocó que pese a la reticencia inicial, se introdujera una modificación clave que rebajó la dureza del comunicado. Originalmente exigía “no recurrir” bajo ninguna circunstancia “a la separación de familias migrantes”. El texto final sólo pide “implementar las medidas recientemente anunciadas dirigidas a evitar la separación de familias”, avalando así la orden ejecutiva de Trump sobre el tema, y llama a reunificar a los afectados “lo más rápido posible”.
El embajador mexicano ante la OEA, Jorge Lomónaco, dijo que la resolución fue “un hito”. “Esto no tiene precedente en la historia de las relaciones”, aseguró, confesando que no objetó la enmienda a su propuesta inicial “en afán de lograr un hito: que una iniciativa que condena una política del gobierno de EU fuera adoptada con su consentimiento. No es un asunto menor”, resumió.
El gobierno de México, a través de un comunicado de Cancillería, agradeció a los Estados miembros de la OEA, y en especial a los que impulsaron conjuntamente la iniciativa, “su apoyo para adoptar la resolución por consenso”. La Cancillería indicó: “La resolución reafirma que el interés superior de la niñez debe prevalecer en todas las medidas adoptadas por los Estados. También reafirma el derecho de toda persona a buscar y recibir asilo y refugio”.
El representante de EU, Carlos Trujillo, si bien no se opuso a la aprobación de la iniciativa, pidió incluir en un pie de nota el rechazo de su país y acusó a los países de la OEA de “no tomar en cuenta lo que ya se ha hecho”. Cuestionó: “Si estamos tan preocupados por los niños migrantes y queremos que se resuelva lo antes posible, ¿por qué esperamos a antes de las elecciones [en México]?”.
La resolución aprobada, además de “manifestar enérgicamente el rechazo a cualquier política migratoria que conduzca a la separación de familias”, insta a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a visitar la frontera, detectar posibles violaciones de derechos y, de ser necesario, implementar medidas cautelares. Una portavoz de la CIDH confirmó que se solicitó información a EU sobre el tema antes de otorgar estas medidas. La organización Texas Civil Rights Project y cinco comisiones nacionales de derechos humanos de la región (México, Colombia, Ecuador, Guatemala y Honduras) hicieron esa solicitud días antes.
Siguen cuestionamientos. El senador demócrata Dick Durbin, abanderado de la causa dreamer, denunció ayer que oficiales del gobierno se negaron a prometerle que van a reunificar familias de inmigrantes separadas. “Es un escándalo”, tuiteó.
La demócrata Hillary Clinton dijo a The Guardian que no hay nada “más incivilizado y cruel que quitar a los niños” de los brazos de sus padres. “[Trump] está jugando para su base... atraída por su retórica antiinmigrante”. Añadió que el mandatario ha ido tan lejos “que hace cosas que son inimaginablemente crueles y sin relación con el resultado”, dijo.
Los problemas para la reunificación siguen existiendo y con ello se amplían las denuncias por las malas condiciones de detención y los retrasos en la reunificación familiar. Entre ellas destaca la de cinco menores, incluyendo la del mexicano Miguel Ángel S., de 17 años, quien está encerrado en una instalación de California, tras ser detenido al cruzar sin acompañante la frontera entre EU y México para reunirse con su padre, Gerardo S.
Diplomáticos de México, El Salvador, Guatemala y Honduras se reunieron ayer con representantes de varias organizaciones que defienden los derechos de los migrantes en EU para “compartir información, identificar sinergias y determinar acciones conjuntas para salvaguardar los derechos humanos de los migrantes, en particular menores y sus familias”, informó la embajada mexicana en Washington, sede del encuentro.
El gobierno de EU sigue forzando su maquinaria antiinmigrante. The Washington Post indicó que la administración del magnate tiene planes para detener a las familias migrantes por meses. Además, según el portal Vox, trabaja en un plan para prohibir que los inmigrantes que no crucen la frontera por puertos de entrada establecidos puedan solicitar asilo en el país.
Las protestas contra la política antiinmigrante cobran fuerza, incluso dentro de la propia Agencia de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). Una veintena de oficiales propusieron disolver esta oficina porque, en su opinión, no cumple con su objetivo, según The New York Times.