La madre del joven sospechoso de la matanza de El Paso que dejó 22 muertos el fin de semana llamó a la policía semanas antes del incidente preocupada porque su hijo tuviera un fusil de asalto , informaron sus abogados a la cadena CNN.
Durante la llamada, un oficial le dijo, que según su descripción de la situación, su hijo, Patrick Crusius, de 21 años, podía portar armas legalmente, informaron los abogados de la familia Chris y Jack Ayres.
La mujer estaba preocupada por el nivel de madurez de su hijo y por su falta de experiencia en el manejo de armas.
En el intercambio la mujer no reveló su nombre ni el de su hijo y la policía no quiso tener detalles adicionales, agregaron los representantes.
Según los abogados, la consulta de la madre fue de carácter informativa y no estaba motivada por una preocupación de que su hijo supusiera una amenaza para nadie.
"No era un joven de un comportamiento inestable, explosivo o errático", dijo a CNN el abogado Chris Ayres.
El joven fue detenido e inculpado por los asesinatos y se arriesga a recibir la pena de muerte si es encontrado culpable de los cargos que se le imputan.
A la matanza en esta ciudad de mayoría latina, se le sumó otro tiroteo unas horas después en Dayton, Ohio, que dejó nueve muertes.
Estos dramas reabrieron el debate sobre las armas de fuego en Estados Unidos, donde cada año mueren 40.000 personas en incidentes relacionados, incluyendo suicidios.
Las masacres perpetradas por atacantes que actúan en solitario son habituales en Estados Unidos, donde las armas son fáciles de obtener legalmente y su porte está garantizado por la constitución.
Los defensores más acérrimos del derecho a portar armas mantienen desde hace mucho tiempo que las tragedias no son más que eventos aleatorios.
Tras las matanzas varios legisladores republicanos indicaron que podrían apoyar un proyecto para confiscar las armas de personas que sean percibidas como peligrosas.