David Aruquipa y Guido Montaño, en sus perfiles de Facebook, utilizan la misma palabra para definir su situación sentimental: "casado".
Los dos son, desde este jueves, la primera unión civil de personas del mismo sexo reconocida por el Estado de Bolivia.
Con ello, ambos cierran una larga batalla que emprendieron como pareja hace once años, primero como activistas por los derechos de la comunidad LGBTI y después en incontables juzgados, salas constitucionales y otras entidades públicas a las que iban y venían en medio de trámites burocráticos, cartas y recursos legales, y ante el rechazo y desidia de algunas autoridades públicas.
"Fue una experiencia tortuosa, pero decidimos no rendirnos", afirma a BBC Mundo Aruquipa, de 48 años.
Y recuerda que su pareja, Guido Montaño, de 46, en los peores momentos, pensaba que se simplemente no los tomaban en serio y se burlaban de ellos al hacerlos ir y volver, una y otra vez, con un nuevo memorial o una nueva nota legal durante años.
Tras todo aquello, ambos lograron un fallo constitucional que señalaba que su unión civil debía ser reconocida dado que los convenios internacionales suscritos por Bolivia en materia de derechos humanos están por encima de la Carta Magna, como esta refleja.
Ante tal fallo, y tras otros meses de papeleos, el Servicio de Registro Cívico de ese país anunció que revocaba sus notas anteriores y se disponía a través de resolución el reconocimiento de la unión libre de la pareja.
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Pese a ello, los matrimonios del mismo sexo en el país sudamericano siguen sin tener amparo legal.
Aruquipa se encontraba en una conferencia virtual en el momento que se emitió aquella resolución que entidades como Naciones Unidas calificaron como "histórica en Bolivia".
"Yo estaba moderando cuando recibí el aviso. Empecé a lagrimear y ya quedé un poco perdido en la conferencia virtual por la noticia", cuenta.
Poco después apareció Guido, quien no lo podía creer.
Y fue cuando recordaron los momentos duros que pasaron porque el Estado boliviano no les reconocía su unión civil.
Aruquipa rememora, por ejemplo, cuando necesitaba una operación de emergencia y no le permitieron a su pareja autorizarla. Tuvo que aguantar un día más hasta que un familiar llegó al centro de salud a firmar.
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A Montaño casi le impiden un viaje a México porque en la solicitud de visa no le aceptaban la cuenta de ahorros conjunta abierta con David.
"Son solo algunas historias. La discriminación la vivimos durante toda nuestra vida y como pareja también nos tocó vivir esos momentos", concluye Aruquipa.
Maribel Colque se reconoce como mujer, lesbiana, feminista e indígena quechua y celebra el logro de David y Guido.
La activista también califica como "histórico" el reconocimiento formal de la unión de ambos, pero señala que es una de muchas batallas que quedan por ganar.
"Para las poblaciones LGBTI es un gran avance. Para nosotras y nosotros, casarnos no se trata de mostrarnos socialmente, hacer una fiesta o llevar un anillo. Mucho más allá de eso, se trata de derechos básicos que siempre nos han negado, como tener con nuestras parejas un seguro social (de salud) familiar", indica a BBC Mundo.
Colque apunta que, entre otras reivindicaciones, queda en Bolivia en disputa la aceptación legal de las familias diversas.
"Es un pendiente que tenemos y estamos trabajando, pero hay muchos más", indica.
Y señala que todavía falta que se cambien las normativas para que las instituciones públicas y empresas privadas den igualdad de oportunidades a los colectivos LGBTI.
También que en el sistema educativo boliviano se elimine por completo la discriminación en el acceso para estas poblaciones.
"Desde hace 20 años, por lo menos, que hemos salido a la luz para lograr estos avances. Vamos dando pasos, pero falta mucho", asegura.
La misión en Bolivia de Naciones Unidas aplaudió lo sucedido y señaló que "la agenda LGBTI+ avanza en Bolivia y con ella la inclusión, el respeto y la diversidad progresan".
"Es muy importante no solamente para Guido y David ni para las parejas del mismo sexo. Es un día muy importante para la sociedad. Vamos a ser todas y todos mejores", indicó Celia Taborga, representante del organismo internacional, en una conferencia de prensa que se dio este viernes.
Al respecto, Aruquipa señala que lo logrado puede abrir muchas puertas por la jurisprudencia que establece para futuras parejas del mismo sexo.
"Por ello, además de la alegría de abrir este sendero, es una gran responsabilidad", afirma.
lsm