En medio del frenesí que ha desatado el estreno de la serie de Griselda, en streaming, que cuenta la historia de Griselda Blanco, la "reina de la cocaína", sus amores han salido a relucir. Entre ellos, el único al que no logró asesinar: Charles Cosby, con quien mantuvo una relación estando ella en prisión.
"Yo fui el último novio de Griselda Blanco", contó Cosby en una entrevista exclusiva para el medio británico The Sun, en la que el extraficante de drogas detalló que Blanco pagaba regularmente a los guardias de la cárcel donde ella se encontraba para poder estar con él, en un armario de escobas de la prisión. La colombiana estuvo presa entre 1985 y 2004, cuando fue liberada y regresó a Medellín, donde años después fue asesinada.
Cosby, cuyo idilio con Blanco no aparece en la serie, aseguró que ella "besaba muy bien" y tenía "un lado tierno".
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"Nos conocimos cuando yo tenía veintitantos y ella cuarentaitantos. Era una mujer mayor, pero muy atractiva. Tenía ojos color avellana, una hermosa sonrisa y profundos hoyuelos en las mejillas. Cuando la vi por primera vez, fue surrealista", indicó Cosby, autor del libro "Hustling With The Godmother: My Life and Times with Griselda Blanco" (A vueltas con La Madrina: Mi Vida y Época con Griselda Blanco).
"No sé si has estado en un concierto de los Rolling Stones, pero la electricidad era comparable", aseguró.
Según Cosby, el romance comenzó en 1991, cuando él se dedicaba aún al tráfico ilícito de drogas. Admirador de la trayectoria de Griselda, comenzó a escribirle cartas a la prisión donde ella estaba. Pronto, lo invitó a visitarla y pagaba miles de dólares para que los guardias les permitieran tener encuentros íntimos.
Blanco, apodada la "viuda negra" porque se dice que mató a sus tres esposos, tenía planes de boda con Cosby, según el recuento de éste. Durante sus múltiples encuentros, ella le contó que "tuvo una vida difícil", del primer asesinato que cometió, a los 12 años, cuando organizó el secuestro de un niño de su edad pero cuando los padres no quisieron pagar el rescate, lo mató.
La frialdad de Blanco nunca asustó a Cosby, dijo, porque entonces él era parte de ese mismo mundo. Ella le confesó de las orgías que organizaba en su mansión, y que era bisexual. "Era una gran besadora, apasionada". Y muy generosa. A él dio regalos costosos, desde un rolex de 20 mil dólares a un Mercedes. "Yo la idolatraba".
Alegó que Blanco tenía un "lado tierno". "Recuerdo una vez, cuando mi madre estaba muy enferma y pensé que iba a fallecer, se lo conté a Griselda y se echó a llorar, diciendo: 'Quiero mucho a tu madre, voy a rezar para que se recupere'", recordó en la entrevista con The Sun.
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Cosby pudo tener el mismo destino que los tres esposos de Blanco, pero ser prevenido le salvó la vida. "Cuando llevábamos un año de relación, intentó matarme", indicó.
"Yo había estado saliendo con una rubia llamada Amber y cuando Griselda se enteró, contrató a un sicario y casi consiguen matarme".
Dijo que "un tipo se paró a mi lado en un semáforo y descargó su pistola, pero yo llevaba un chaleco antibalas y absorbió cuatro balas". Debido a su trabajo, Cosby siempre llevaba el chaleco puesto, y gracias a eso sobrevivió.
Cosby le reclamó a Blanco, cuando la visitó en prisión. "Me estranguló y me dijo: 'Me has estado engañando y no puedes negarlo, he visto las fotos'".
La pareja se separó poco después. En 2002, Blanco, fumadora empedernida, sufrió un infarto en prisión y dos años después salió de prisión y fue deportada a Medellín. En 2012 fue asesinada.
A pesar de haber terminado, Cosby dijo que habló con Blanco por última vez tres meses antes de su muerte, y que en 2018 visitó su tumba en Colombia.
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