El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, enfrenta nuevas presiones luego de que su exministra de Justicia publicara documentos relacionados con un gran escándalo de corrupción.
Jody Wilson-Raybould dice que funcionarios del gobierno de Trudeau trataron de persuadirla para que evitara que las autoridades investiguen a SNC-Lavalin, una de las mayores compañías del mundo de ingeniería y construcción.
La firma canadiense, con sede en Quebec, está acusada de sobornar a funcionarios en Libia para obtener contratos bajo el gobierno de Muamar Gadafi.
Wilson-Raybould entregó la grabación de una llamada telefónica y otros materiales para apoyar sus acusaciones.
Los archivos, inicialmente entregados a un comité parlamentario, se dieron a conocer públicamente el viernes.
Es probable que los documentos le compliquen el panorama a Trudeau, quien enfrenta una elección general en octubre y ha luchado durante semanas para contener las consecuencias de la controversia.
El primer ministro niega que él o su personal hayan cometido algún delito.
SNC-Lavalin enfrenta acusaciones de que unos exejecutivos pagaron sobornos para ganar contratos en Libia durante el gobierno Gadafi, quien fue derrocado en 2011.
El primer ministro liberal ha sido acusado de presionar a Wilson-Raybould para ayudar a SNC-Lavalin a evitar el enjuiciamiento y enfrentar sanciones alternativas, como una multa.
A causa de esta controversia, dimitieron el principal asesor de Trudeau, Gerald Butts, y la ministra del Tesoro, Jane Philpott.
Pero las encuestas de opinión indican que la polémica ha sacudido también la popularidad de Trudeau.
Los documentos que se hicieron públicos incluyen una grabación de casi 18 minutos de una conversación telefónica de diciembre entre Wilson-Raybould y el Secretario del Consejo Privado, Michael Wernick, sobre el caso de SNC-Lavalin.
La exministra de justicia y exfiscal general dijo que había tomado el "paso extraordinario e inapropiado" de grabar la llamada sin que Wernick lo supiera porque quería un recuento preciso del diálogo.
Wilson-Raybould dijo que estaba preocupada por lo que veía como intentos de interferir en el caso.
Durante la llamada, Wernick dice repetidamente que el primer ministro (Trudeau) está interesado en que la empresa evite el enjuiciamiento y que en su lugar alcance un acuerdo.
Wilson-Raybould advierte que sentía que la conversación era inapropiada y que las continuas comunicaciones sobre el asunto podrían cruzar las líneas de su independencia como fiscal general.
"La grabación permite que los miembros del comité decidan por sí mismos" si Wernick la presionó o no, escribió Wilson-Raybould.
Wernick renunció al Consejo Privado este mes.
El Comité de Justicia, dominado por los liberales, abandonó la investigación contra SNC-Lavalin a principios de marzo, diciendo que había alcanzado sus objetivos.
Después de que el comité terminó la investigación, Wilson-Raybould anunció que presentaría más materiales para respaldar su testimonio.
Se publicaron unas 40 páginas, que incluyen copias de textos y correos electrónicos, así como la explicación de Wilson-Raybould sobre su visión de los eventos.
Los partidos de la oposición querían que Wilson-Raybould volviera al comité después de acusar a Trudeau y a miembros de su círculo íntimo de pasar meses tratando de interferir políticamente en el asunto SNC-Lavalin.
El líder conservador Andrew Scheer dijo que los nuevos materiales proporcionan evidencia de que Trudeau había dicho una falsedad y debía renunciar.
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