“Ingenuos”, “poco ambiciosos”, responsables de la crisis climática actual. La activista mexicana Xiye Bastida no se ahorró reclamos en su discurso en la Cumbre de Líderes sobre el Clima.
La joven de 19 años, de origen otomí-tolteca —por parte de su padre, Mindahi— y quien también tiene la nacionalidad chilena gracias a su madre, Geraldine, conoce en carne propia las consecuencias del calentamiento global. Ella y su familia tuvieron que emigrar en 2015 de San Pedro Tultepec, en el Estado de México, porque las sequías, primero, y las inundaciones, después, les hicieron imposible seguir viviendo ahí.
Participante activa de los Fridays for Future, cofundadora de la organización Re-Earth Initiative, Xiye se convirtió ayer en la figura de la cumbre. Acusó a los 40 líderes asistentes de ser parte “del norte, que históricamente perpetuó estos sistemas [de opresión]”. En cambio, reclamó, “las comunidades más afectadas, los que han sufrido desplazamientos por sequías, inundaciones, o incendios forestales, o abuso de derechos humanos, no están plenamente representados aquí hoy”.
Es hora, dijo, de reconocer que “la era de los combustibles fósiles terminó”; de dejarse de cumbres, porque “ya sabemos lo que necesitamos”. Lo que falta “es implementarlo”. Y también es hora “de que dejen de darnos las gracias por ser activistas”.
Pero cualquier solución a la crisis climática “tiene que implementarse [contando] con las voces de las comunidades indígenas y oprimidas junto con los líderes y tomadores de decisiones”. Y las de los jóvenes como ella. “Nos dirán que somos poco realistas y poco razonables. Pero, ¿quién está siendo poco realista y poco razonable con estas supuestas soluciones sin ambición? Ustedes son los ingenuos, si creen que podemos sobrevivir a esta crisis con la forma de vida actual”.
Bastida tuvo también palabras sobre la participación del presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, en la cumbre. Vía Twitter, dijo: “Me siento orgullosa de haber representado a México y a la juventud, especialmente cuando el discurso de AMLO se quedó corto en ambiciones”.