Durante los últimos 11 años, Ingrid Silva pintó sus zapatillas de ballet en tono marrón para que combinaran con el de su piel. Ahora, la bailarina profesional está feliz porque ya no más.
Ingrid forma parte del Dance Theatre de Harlem en Nueva York y ha recibido por fin sus zapatillas que combinan con el tono de su piel, y lo muestra orgullosa en sus redes sociales.
La bailarina profesional considera que es un logro, una victoria que no es solo de ella, sino muchas bailarinas negras, de ahora y de las que están en camino.
Es una sensación de logro, expresa, la revolución está hecha, la diversidad vive en el mundo de la danza, lento, pero llegó.
Ella es brasileña y se considera activista, y cree que la existencia de estas zapatillas de ballet es extremadamente revolucionaria en el mundo de la danza.
Feliz, Ingrid muestra en sus redes, a través de un video, sus viejas zapatillas pintadas, esas que utilizó durante años para y que también implicaban un gasto.
"Cada botella de tinta costaba 12 dólares, durante 11 años ... ¡imagínense!, apunta con emoción.
Desde sus redes sociales, Ingrid Silva agradece a todos e invita a hacer sus mensajes, para compartir lo que estima en una victoria.
Ingrid Silva, la chica pobre que triunfó en el mundo del ballet
Ingrid nació en Río de Janeiro, Brasil. A los 8 años comenzó su entrenamiento de ballet en Dançando Para Não Dançar, un proyecto social en el barrio pobre de Mangueira.
A los 17 años fue aprendiz de Grupo Corpo, una de las compañías de danza brasileñas más prestigiosas.
Tras concluir la escuela secundaria, comenzó sus estudios en el Centro Universitário da Cidade (Univercidade), aunque muy pronto se mudó a Nueva York para asistir al Dance Theatre de Harlem Summer, en 2007, con una beca escolar completa.
Luego fue invitada a unirse al Programa de Capacitación Profesional Dance Theatre of Harlem.
Ingrid formó parte del grupo Dance Theatre Of Harlem en Dancing Through Barries en 2008, lo que le dio la oportunidad de unirse al Dance Theatre of Harlem como profesional en 2013.