Ginebra.— El ex secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y premio Nobel de la Paz 2001, Kofi Annan, murió ayer a los 80 años tras una breve enfermedad, informó la fundación creada por el diplomático ghanés, cuyo fallecimiento lamentaron líderes de todo el mundo.
Durante los últimos días estuvieron al lado de Annan su mujer Nane y sus tres hijos, indicó la fundación, que explicó que el estado de salud de él se deterioró con rapidez al regresar de Sudáfrica, donde participó en julio en la conmemoración del cumpleaños de Nelson Mandela. Agregó que Annan luchó “toda su vida por un mundo más justo y más pacífico”. Según la agencia helvética de noticias ATS, Annan murió en un hospital de la parte alemana de Suiza, donde radicaba.
“Allí donde había sufrimiento o necesidad, él llegaba y tocaba a mucha gente con su profunda compasión y empatía”, señaló la fundación, que promueve el buen gobierno y la transformación de la agricultura africana. “De forma altruista puso a los demás en primer lugar, irradiando una bondad genuina, amabilidad y brillantez en todo lo que hizo”.
Kofi Annan, quien alguna vez se describió como “un optimista testarudo”, fue propuesto como candidato para liderar la ONU por Estados Unidos, que se opuso a una reelección del egipcio Butros Butros-Ghali. El ghanés se convirtió en 1997 en el primer secretario general de dicho organismo en ser oriundo de África subsahariana. Cinco años más tarde, Annan había conquistado tanto prestigio internacional que fue reelegido.
Apenas en abril pasado, cuando cumplió 80 años, concedió una entrevista a la cadena británica BBC. En ella señaló que “la ONU se puede mejorar, no es perfecta, pero si no existiera, tendrías que inventarla”. En mayo viajó a México para participar en un foro electoral.
“Kofi Annan fue una guía para el bien”, dijo el secretario general de la ONU, António Guterres. “Ascendió de rango hasta llevar a la organización al nuevo milenio con una dignidad y determinación incomparables”. Guterres transmitió el pésame a la familia y a “todos los que lloran la pérdida de este orgulloso hijo de África que se convirtió en un luchador global por la paz y la humanidad”.
En Ghana, las banderas ondearán a media asta durante una semana, anunció el presidente del país africano, Nana Akufo-Addo. “Trajo un renombre considerable a nuestro país con su posición y a través de su actuación en el escenario global”, dijo en un comunicado. Nana tuiteó que habló con la esposa de Annan, Nane, y que así supo “que él murió pacíficamente mientras dormía”.
El mundo llora su muerte. Líderes de todo el mundo rindieron tributo a Annan, quien fue recordado como una figura “inspiradora”.
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, lo recordó como “gran líder y extraordinario ser humano”.
El mandatario de Rusia, Vladimir Putin, destacó “su aportación personal a la ampliación del potencial pacificador de la ONU” y la canciller alemana, Angela Merkel, lo definió como “entusiasta y modelo a seguir para jóvenes de todo el mundo”.
“No olvidaremos ni su mirada tranquila y firme ni la fuerza de sus luchas”, tuiteó el presidente francés, Emmanuel Macron, mientras que para la premier británica, Theresa May, hizo “una gran contribución para que el mundo que ha abandonado sea un lugar mejor que el que lo vio nacer”.
“Perdemos a un gran humanista”, afirmó el presidente español, Pedro Sánchez, y el encargado de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, pidió “mantener vivo su legado”.
La ex presidenta de Chile y futura alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, destacó “su liderazgo y calidad humana” y resaltó su lucha “por la igualdad de derechos y oportunidades de las personas”. También el ex mandatario estadounidente Barack Obama alabó su “integridad, persistencia, optimismo y sentido de la humanidad común”.
El presidente estadounidense Donald Trump no se había pronunciado hasta anoche sobre el deceso de Annan, como sí lo hizo la embajadora de EU ante la ONU, Nikki Haley, quien señaló que el ex secretario “dedicó su vida a hacer del mundo un lugar más pacífico”.
Tras dejar la ONU, Annan siguió trabajando por la paz al frente de su fundación y de la fundación The Elders, creada por el fallecido Nelson Mandela, y que dirigía.
“Durante su vida, Kofi trabajó incesantemente para mejorar las vidas de millones de personas en el mundo”, dijo Gro Harlem Brundtland, vicepresidenta de The Elders.
Una de sus últimas misiones de paz fue su intento de mediar en la guerra civil siria como enviado especial de la ONU y la Liga Árabe. Trató de hallar una solución al conflicto en 2012, el segundo año de la guerra, pero renunció al puesto tras seis meses de esfuerzos sin éxito.