Washington/Seúl.— Corea del Norte realizó ayer su tercer ensayo armamentístico en ocho días, según el ejército surcoreano, pero el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo que Pyongyang no rompió ningún pacto y que estaba seguro de que el líder norcoreano, Kim Jong-un, no quería decepcionarlo.
En una aparente referencia a la promesa de Kim de no reanudar las pruebas de misiles balísticos intercontinentales y bombas nucleares, congeladas desde 2017, Trump dijo en Twitter: “El presidente Kim no quiere decepcionarme con una violación de confianza”.
Tras destacar la relación personal que dice haber construido con Kim en tres reuniones desde junio del año pasado, el republicano dijo: “Hará lo correcto porque es demasiado inteligente como para no hacerlo y no quiere decepcionar a su amigo, ¡el presidente Trump!”.
Norcorea, nación dotada de arsenal nuclear, tiene prohibido ejecutar lanzamientos balísticos en virtud de varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, donde muchos de sus miembros criticaron este aumento de la actividad militar.
Trump rechazó que los recientes lanzamientos de misiles de Norcorea hayan infringido el acuerdo que alcanzó en Singapur con Kim, aunque admitió que violan las resoluciones de las Naciones Unidas.
“Puede que haya una violación [de las resoluciones] de la ONU, pero el presidente Kim no quiere decepcionarme. En su tercer encuentro, en junio de 2018 en la Zona Desmilitarizada (DMZ) que divide la península, el líder norcoreano y el mandatario acordaron reanudar las negociaciones y firmaron una declaración conjunta en la que se comprometieron a “trabajar para la completa desnuclearización de la península”. No obstante, este compromiso aún no dio frutos y el gobierno norcoreano advirtió que el proceso podría descarrilar si se llevan a cabo las maniobras militares entre Estados Unidos y Corea del Sur, previstas la semana que viene.
Corea del Norte lanzó ayer desde su costa oriental dos misiles de corto alcance, en lo que supone su tercer prueba de este tipo en ocho días. Kim supervisó personalmente las dos rondas anteriores de lanzamientos, según los medios estatales norcoreanos. En una rueda de prensa en Bangkok, el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, restó importancia a las pruebas de misiles y aseguró que su país está “ahora mismo” en conversaciones con Pyongyang.
“No duden de que estemos comunicándonos con los norcoreanos. Hay conversaciones en curso ahora mismo”, dijo Pompeo.