Keir Starmer, el abogado que cambió el rumbo del Partido Laborista para acercarlo a posiciones más de centro, será el séptimo primer ministro británico de su formación política, tras poner punto final a 14 años de gobiernos conservadores.
La irrupción de Starmer coincide además con el centenario de la llegada al poder del primer jefe de gobierno laborista, Ramsay MacDonald, que estuvo en el cargo entre enero y noviembre de 1924.
Tras aquel bautizo laborista al frente del gobierno, la formación política tuvo un período dorado en los sesenta y setenta, con Harold Wilson y James Callaghan, antes de la llegada de Tony Blair y Gordon Brown, primeros ministros entre 1997 y 2010.
Starmer, de 61 años, ha tomado el relevo a Blair y Brown, derrotando al hasta ahora primer ministro conservador, Rishi Sunak, que estuvo menos de dos años en el cargo.
"El trabajo para el cambio comienza de inmediato. Pero no tengan ninguna duda, reconstruiremos el Reino Unido", declaró en su primer discurso desde la residencia oficial de Downing Street.
Con su victoria, Starmer, aficionado al fútbol y fanático del Arsenal, pudo borrar la reciente decepción de ver cómo el Manchester City se quedaba con el título de la liga inglesa, delante de su equipo.
A finales de mayo se acercó a su pub londinense preferido, The Landseer Arms, cerca del estadio del Arsenal, para ver al cuadro londinense en la última fecha de la temporada, sin que su equipo se hiciera con el título.
Con su nuevo puesto de primer ministro británico, el líder laborista tendrá más difícil a partir de ahora acercarse a dicho pub o mezclarse entre la multitud en el estadio de los Gunners, del que es abonado desde hace años.
Starmer, laborista desde la cuna, al heredar su nombre de pila de Keir Hadie, fundador y primer líder del Partido Laborista a principios del siglo XX, se hizo con las riendas del partido hace cuatro años.
El político sucedió al frente del partido en abril de 2020 a su predecesor, Jeremy Corbyn, defensor de una ideología más izquierdista, tras un duro revés laborista en las elecciones legislativas de 2019.
Tras aquel fracaso, Starmer pegó un golpe de timón en la formación, alejándola de las tesis más radicales de Corbyn.
Starmer accedió por primera vez al Parlamento, dentro de las filas del Partido Laborista, tras ser electo por el barrio londinense de Holborn y Saint Pancras en 2015.
Entró, por tanto, tarde en la política. Con 52 años. Una edad en la que el antiguo líder laborista Tony Blair dejó de ser cabeza del partido.
Pero su ambición por volar alto en política la dejó clara desde el principio, cuando hace tiempo se le preguntó cómo le gustaría ser recordado.
"Como alguien que logró un gobierno laborista audaz y reformista. Como un gran padre y amigo", resumió en aquella entrevista.
Y ese sueño de acceder a Downing Street, la residencia oficial del primer ministro, ha llegado.
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Nacido en el barrio londinense de Southwark, al sur de la ciudad, estudió derecho en la Universidad de Leeds, para continuar su formación como abogado en Oxford.
Seguro de sí mismo, Starmer afirmó en una ocasión que derrotaría a Boris Johnson, antiguo primer ministro conservador, si ambos se midieran en un partido de fútbol.
"Juego al fútbol cada semana, en el centro del campo, dirigiendo. Mucha gente dice que lo importante es participar. No soy de esa opinión. Lo que cuenta es ganar", señaló en otra oportunidad.
Starmer es el primer vegetariano en llegar al cargo de jefe del gobierno británico.
Abogado de gran reputación, conoció a su mujer, Victoria, con la que tiene dos hijos, por cuestiones laborales, ya que también ella se dedica al derecho.
El apellido Starmer tiene su origen en el nombre de una persona cuya personalidad o apariencia recuerda a una estrella (Star en inglés).
Tras casi una década y media de dominio conservador, Starmer se ha convertido en la nueva estrella del Partido Laborista.
mcc