Lima.— La líder opositora peruana Keiko Fujimori quedó instalada ayer en la cárcel femenina limeña Santa Mónica, donde estará por 36 meses, según la orden de prisión preventiva que le dictó el miércoles el juez Richard Concepción Carhuancho.

Fujimori, quien enfrentará procesos por lavado de activos y crimen organizado, fue trasladada en una camioneta del Instituto Nacional Penitenciario (Inpe) que recorrió Lima en medio de una caravana compuesta por vehículos de la prensa y de seguidores suyos.

Al dejar la celda del Inpe, donde pernoctó, la ex candidata presidencial, de 43 años, abandonó su habitual expresión fría y lanzó sonrisas a sus simpatizantes. Iba esposada y fuertemente resguardada por policías. Antes del traslado, Fujimori fue visitada por su abogada, Giuliana Loza, y los congresistas Úrsula Letona, Karla Schaefer, Milagros Salazar y Héctor Becerril, todos de su partido derechista radical Fuerza Popular (FP).

Concepción Carhuancho determinó la prisión preventiva tras acoger los argumentos del fiscal del caso, José Domingo Pérez, en el sentido de que existen “indicios razonables” de que Fujimori cometió delitos graves y de que hay riesgo de que intente huir u obstaculizar la acción de la Justicia. Según documentación y testimonios presentados por Pérez, la hija del ex presidente Alberto Fujimori —hospitalizado bajo custodia policial tras serle anulado un indulto— montó una red para lavar un millón de dólares que le dio la constructora brasileña Odebrecht para su campaña presidencial en 2011.

La acusada y otros imputados, entre ellos dirigentes de peso de FP, argumentan que son inocentes y que sufren persecución de los que llaman “caviares” (izquierdistas y liberales) y del gobierno del presidente Martín Vizcarra. Para Fujimori se avecinan ahora tres batallas legales, pues Loza por un lado apelará la decisión de Carhuancho y por otro impugnará la presencia de ese juez en el caso para futuras diligencias.

Desde la otra orilla, la fiscalía impugnará a una sala penal que este mismo mes anuló una orden de prisión preliminar de 10 días, con el fin de que la apelación de ahora sea vista por otros magistrados. El fiscal encargado de la impugnación, Rafael Vela, se basa en la presencia en esa sala de la jueza Jessica León, quien, según pesquisas, hace parte de la red de corrupción que lideraba el ex magistrado supremo César Hinostroza dentro del aparato judicial.

Audios obtenidos por la fiscalía apuntan a que Fujimori buscó la ayuda de la banda de Hinostroza, lo que involucra a León.

La prisión de Santa Mónica donde quedó recluida Keiko es la misma donde estuvo nueve meses Nadine Heredia, la esposa del ex presidente Ollanta Humala. En la prisión, donde hay unas 300 reclusas, entre ellas una veintena de terroristas, Fujimori permanecerá probablemente en el mismo lugar que Heredia, un lugar en el pabellón de prevención especialmente habilitado para que no tengan contacto con las otras internas.

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