La vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, realizó este sábado una visita a la escuela de Parkland, en Florida, donde hace seis años un joven armado con un fusil semiautomático mató a 17 personas, y anunció posteriormente dos propuestas para combatir la violencia con armas.
Tras encontrarse con familiares de las víctimas y visitar el edificio de tres pisos clausurado tras el tiroteo -pero que se mantiene como quedó aquel día, con sangre en las paredes, marcas de balazos y ventanales destrozados-, Harris presentó dos propuestas del Gobierno para implementar leyes de "bandera roja" en el combate contra la violencia de las armas en el país.
La vicepresidenta de EU se refirió al lanzamiento del Centro de Recursos para Órdenes de Protección contra Riesgos Extremos (ERPO, en inglés), que permitiría a las autoridades estatales y locales "optimizar" el uso de las leyes de "bandera roja" y tratar de "mantener las armas fuera del alcance de las personas en crisis".
Este tipo de leyes de alerta permite solicitar órdenes judiciales para desarmar a quienes puedan causarse daño a sí mismos o a los demás.
En segundo lugar, la vicepresidenta pidió a los estados que "aprueben leyes de alerta y utilicen los fondos" de la Ley Bipartidista de Comunidades Más Seguras (BSCA, en inglés), de 2022, para "ayudar a implementar las leyes ya promulgadas".
El tiroteo en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas de Parkland "se produjo después de existir señales de advertencia claras, pero no había herramientas para retirar el arma de fuego del tirador", señaló este sábado un comunicado de la Casa Blanca sobre la visita de Harris a esta escuela y el anuncio de las medidas.
"Lo que vi aquí después de pasar tiempo con las familias durante el recorrido por el edificio donde ocurrieron estos crímenes es un momento congelado en el tiempo", dijo Harris en referencia a cómo los pupitres, computadoras y hasta refrigerios aún permanecían en las aulas como en 2018.
Hizo hincapié en que los alumnos asesinados "eran personas hermosas" que llegó a conocer a través de sus familiares. "Son mucho más que estadísticas. Deberían ser mucho más grandes y estar más que sujetos a la política o al juego", subrayó Harris, tras agradecer a los familiares de las víctimas allí presentes su "coraje y valentía".
Señaló que seguirá abogando por herramientas como la verificación universal de antecedentes criminales y la prohibición de las armas de asalto, e insistió en la importancia del ERPO para brindar además capacitación a los líderes locales.
Hasta el momento solo 21 estados han implementado leyes de alerta o "bandera roja" y, de estos, solo seis han aprovechado los 750 millones de dólares en fondos que la Administración Biden puso a disposición a través de la BSCA.
Florida aprobó una ley de "bandera roja" precisamente después del tiroteo de 2018 en Parkland, donde el autor de la matanza, Nikolas Cruz, que entonces tenía 19 años, mató a 14 alumnos y 3 miembros del personal de la secundaria Marjory Stoneman Douglas (MSD), en el sureste de Florida.
El edificio del colegio sigue en pie porque se ha utilizado para pruebas judiciales durante el proceso contra Cruz, que fue condenado a cadena perpetua.
Las autoridades planean demoler el edificio a finales de 2024.
Cruz confesó el crimen y fue condenado a cadena perpetua después de un juicio en el que los doce miembros del jurado votaron en contra de aplicarle la pena de muerte.
El agresor fue estudiante de la escuela, donde entró armado sin ser detectado en los controles de seguridad y desató lo que hoy es el tercer tiroteo masivo en un instituto de enseñanza de EE.UU. por su número de víctimas.
"Mantener a los estudiantes a salvo de la violencia con armas en sus comunidades escolares es una máxima prioridad para la Administración Biden-Harris", añadió la Casa Blanca en su comunicado.
Según el diario Washington Post, el país ha registrado un total de 394 tiroteos en escuelas desde el ataque masivo ocurrido en la escuela secundaria Columbine, en Colorado, en 1999. EFE