"Mi madre a menudo me decía: Kamala , tal vez seas la primera en lograr muchas cosas. Asegúrate de no ser la última", le gustaba repetir a la senadora de 55 años durante las primarias demócratas. Ahora, será la primera afroestadounidense en aspirar a la vicepresidencia del país, acompañando al demócrata Joe Biden.

Desde el comienzo de su carrera, esta hija de inmigrantes de Jamaica y de India ha roto barreras. Después de dos periodos como fiscal en San Francisco (2004-2011), fue elegida dos veces fiscal de California (2011-2017), convirtiéndose en la primera mujer, pero también en la primera persona negra, en dirigir los servicios judiciales del estado más poblado del país.

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Luego, en enero de 2017, se juramentó en el Senado en Washington, convirtiéndose en la primera mujer con raíces en el sur de Asia en llegar a la Cámara Alta en la historia de Estados Unidos, y en la segunda senadora negra.

Harris

creció en Oakland, en la California progresista de los años 1960, orgullosa de la lucha por los derechos civiles de sus padres. Su elección confirma lo que era un secreto a voces: Biden está decidido a conquistar a los votantes afroestadounidenses, en un año de protestas por la brutalidad policial contra esta comunidad.

Harris

conoce bien al candidato demócrata y era cercana a su hijo Beau Biden , quien murió de cáncer en 2015. Pero la también precandidata demócrata, sorprendió al atacar con virulencia a Biden durante el primer debate del partido, en 2019, cuestionando sus posiciones sobre políticas para acabar con la segregación racial en la década de 1970.

Entonces contó conmovida, cómo, cuando era niña, viajaba en uno de los autobuses que llevaban a escolares negros a barrios blancos. El intercambio la hizo disparar en las encuestas, pero rápidamente retrocedió, mientras bregaba por definir el rumbo de su candidatura.

Después de abandonar las primarias en diciembre, declaró su apoyo a Biden en marzo. Pero algunos aliados del exvicepresidente de Barack Obama no perdonan a la senadora por no haberse retractado lo suficiente de sus críticas y advierten contra una compañera de fórmula demasiado "ambiciosa", una apreciación considerada sexista por los partidarios de Harris .

Biden

la respeta. Y sabe que su juventud le inyecta nuevos bríos a la campaña y que eso será una fortaleza, considerando la edad de él: 77 años. De ella escribió en una libreta de notas: “No guarda rencor”, “mucha ayuda en la campaña”.

Sin embargo, también tiene puntos flacos. El principal de ellos, su gestión como fiscal, cuestionada por políticas que castigaron a las minorías, un sector clave para el triunfo de Biden en noviembre.

Con información de Agencias

agv

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