Washington. La vicepresidenta de ,, está ganando fuerza en las últimas horas como posible relevo de en caso de que este renunciara a su por su fatal desempeño en el debate contra el expresidente republicano .

Harris ha arrastrado una baja popularidad durante todo el mandato, y ha sido señalada como una vicepresidenta gris, no muy popular entre la gente, y su candidatura presidencial no sonaba como una opción realista hasta el fracaso de la semana pasada de Biden, quien apareció en el debate envejecido y desorientado, multiplicando las voces que creen que no es apto para seguir en el cargo a sus 81 años.

Asumió como una gran promesa, la de ser la primera mujer afroestadounidense en asumir la vicepresidencia de Estados Unidos, una mujer que siempre ha roto techos de cristal: la primera afroamericana en ser elegida fiscal general en California y la primera mujer de ascendencia del sur de Asia en el Senado.

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Sin embargo, pasado el tiempo, Harris se enfrentó a la realidad de un cargo que poco espacio deja para lucimientos, y que implica tres roles principales: ejercer la presidencia cuando el mandatario no puede hacerlo, representarlo en actos en otros países cuando no puede estar, y presidir el Senado.

Las batallas en el recinto le dejaron poco espacio para recorrer el país; ni siquiera su designación para enfrentar la crisis migratoria la ha hecho visible, o dejar su huella. “Kamala Harris: la vicepresidenta ausente”, criticó en su momento el medio The Hill.

Todo cambió con el debate entre Biden y su rival republicano, Donald Trump, en el que el mandatario lució disperso, lanzó frases incoherentes y fue incapaz de rebatir con fuerza la incontable cantidad de mentiras dichas por el expresidente.

Hoy, la vicepresidenta, de 59 años, no solo tiene a su favor ser la sucesora natural de Biden, sino que las encuestas de intención de voto la sitúan por delante de otras caras populares del partido y heredaría toda la estructura de la campaña.

Mejor en intención de voto que Biden

Según un sondeo de la CNN publicado el martes, Harris tendría un mejor desempeño electoral contra Trump que Biden, si bien el republicano se impondría en ambos casos.

En un duelo entre Biden y Trump, el republicano ganaría con un 49 % de los votos frente al 43 % del demócrata. En caso de que la candidata fuera Harris, un 47 % asegura que votaría por Trump y un 45 % por ella.

La campaña demócrata ha cerrado filas en torno a Biden, cuya familia lo está animando a seguir en la carrera, pero cada vez más gente dentro del partido está pidiendo en privado su retirada.

Tanto el diario The New York Times como la cadena CNN publicaron este miércoles que Biden habría reconocido ante un aliado cercano que su candidatura peligra si no logra calmar las aguas en los próximos días, un extremo desmentido por la Casa Blanca.

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Joe Biden y Kamala Harris. Fotos: AFP
Joe Biden y Kamala Harris. Fotos: AFP

Aunque tiene asegurada su nominación tras haber ganado las primarias, Biden no es todavía el candidato oficial demócrata para las elecciones del 5 de noviembre y está a la espera de que el partido lo haga oficial antes de su convención nacional en agosto.

Los analistas coinciden en que para que hubiera un reemplazo de Biden este tendría que renunciar a su nominación y, en ese caso, su compañera de fórmula sería la favorita para reemplazarlo.

"Si se hiciera a un lado, Harris sería la mejor alternativa para los demócratas para no embarcarse en una gran batalla interna a pocas semanas de la convención", dijo a EFE Stephen Farnsworth, politólogo de la Universidad de Mary Washinton.

La actual vicepresidenta tendría además "la llave de la mayor parte" del dinero recaudado por la campaña y no debería empezar de nuevo la búsqueda de fondos, según informó este miércoles la cadena CNBC.

Puntos a favor y debilidades de Harris

Algunos ya abogan abiertamente por ella, como el congresista demócrata Jim Clyburn, clave para la victoria de Biden en las primarias en 2020, quien dijo que apoyaría a Harris en caso de una retirada de Biden.

Los defensores de la vicepresidenta reivindican que ella ha sido muy vocal en la defensa del aborto y tiene gancho entre sectores clave del electorado como las mujeres o los afroamericanos.

Pero a menudo se la ha visto con dificultad para encontrar su sitio en la Administración, ha sido ridiculizada en redes sociales por algunos discursos confusos y ha sufrido ataques machistas y racistas de algunos republicanos y medios conservadores.

Sus debilidades, señaló a EFE Tim Hagle, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Iowa, son que "no es tan conocida como Biden", ha protagonizado algunas apariciones públicas "vergonzosas" y ha tenido sonados problemas con el personal de su oficina.

Con todo, según la encuesta de la CNN, Harris tendría mejor desempeño contra Trump que otros posibles aspirantes demócratas como el gobernador de California, Gavin Newsom, o la gobernadora de Míchigan, Gretchen Whitmer.

Los próximos días, en los que Biden tiene programados entrevistas y eventos para revitalizar su imagen, serán claves para definir el futuro del presidente y de su candidatura.

¿Qué dice Harris?

La vicepresidenta ha cerrado filas con Biden. Cuestionada por los medios sobre si considera ser candidata a la presidencia, Harris se declaró "orgullosa de ser la compañera de fórmula de Biden", y defendió que el único candidato es él.

Este miércoles, en una videollamada de Biden con el equipo de campaña en la que participó ella, el mandatario aseguró: “No estoy huyendo". "Nadie me está echando". "No me voy a ir. Estoy en esta carrera hasta el final y vamos a ganar". Harris confirmó.

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