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Nueva York.— Kamala Harris se consolida como posible candidata presidencial demócrata: no sólo ha roto récord de recaudaciones, sino que tiene ya también el apoyo de más de 80% de los delegados que necesita para ser nominada.
“Ha sido una montaña rusa” de emociones, dijo ayer la vicepresidenta estadounidense, sobre la decisión del presidente Joe Biden de abandonar la carrera por la reelección y apoyarla a ella, anunciada el domingo. Ese mismo día, Harris dijo que buscaría “ganarse” y “ganar la candidatura”.
El camino de la exfiscal de California parece allanado. Hasta ahora, ninguna otra figura demócrata ha anunciado su intención de desafiar a Harris. Todos los gobernadores demócratas del país, 23 en total, han apoyado a Harris, incluyendo algunos que sonaban como posibles candidatos, como la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, una de las estrellas emergentes del partido, quien también se descartó como compañera de fórmula de Harris; el gobernador de California, Gavin Newsom; el de Pennsylvania, Josh Shapiro, y el de Illinois, J.B. Pritzker.
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Al menos 221 de los 263 demócratas en el Congreso de Estados Unidos también han apoyado la candidatura de Harris, incluida Nancy Pelosi, la influyente expresidenta de la Cámara de Representantes.
“Hoy, con inmenso orgullo y optimismo ilimitado en el futuro de nuestro país, respaldo a la vicepresidenta Kamala Harris para la presidencia de Estados Unidos. Mi apoyo entusiasta a Kamala Harris para la presidencia es oficial, personal y político”, apuntó Pelosi.
Harris se ha asegurado, asimismo, la lealtad de al menos mil 687 delegados, de los 1976 que necesita para asegurar la nominación, de acuerdo con una encuesta de la agencia Associated Press. Esto representa más de 80%.
Con este rápido nivel de apoyo tanto de líderes del partido como de potenciales rivales como también de delegados, es prácticamente imposible que Harris enfrente oposición interna para lograr la candidatura a la Casa Blanca.
Para sellar su buena suerte, la vicepresidenta ha recibido más de 81 millones de dólares en sólo 24 horas desde que aceptó postularse como presidenta, un récord recaudatorio en esta campaña electoral.
Hasta ahora, el récord lo había establecido el expresidente Donald Trump, con 50 millones de dólares en las 24 horas posteriores a su intento de asesinato. Biden, por su lado, había recibido 38 millones de dólares en su mejor día.
“La histórica muestra de apoyo a la vicepresidenta Harris representa exactamente el tipo de energía y entusiasmo popular que gana elecciones”, comentó Kevin Munoz, portavoz de la campaña de la vicepresidenta.
Horas antes, Future Forward, el comité de campaña electoral más grande en la política demócrata, anunció que había asegurado compromisos por valor de 150 millones de dólares en el mismo periodo por parte de donantes que estaban “previamente estancados, inseguros o no comprometidos”, dijo un asesor de alto rango.
Harris visitó ayer el cuartel de la campaña presidencial demócrata, en Wilmington, Delaware, donde reiteró su cariño y agradecimiento a Biden, como había hecho en la mañana, cuando aseguró que el mandatario ha logrado “mucho más” que otros presidentes en dos periodos.
“Durante los próximos 106 días, llevaremos nuestro caso ante el pueblo estadounidense y vamos a ganar”, dijo Harris en Delaware. “Ha sido una montaña rusa y todos estamos llenos de emociones encontradas al respecto. Amo a Joe Biden”, afirmó.
Biden, quien se recupera de Covid-19, se hizo presente con una llamada, en la que expresó todo su apoyo a Harris. Afirmó que aunque él ya no se presenta a la reelección sigue plenamente comprometido en la campaña: “El nombre ha cambiado, pero la misión no”.
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“Seguimos juntos en esta pelea. No me voy a ninguna parte. (...) Todavía tenemos que salvar esta democracia. Haré lo que Kamala necesite que haga”, añadió. “Es la mejor”, aseguró.
Harris de inmediato centró baterías en Trump, a quien comparó con los “depredadores” y “estafadores” con los que trató como fiscal de California. “Depredadores que abusaron de mujeres, estafadores que timaron a los consumidores, tramposos que rompieron las reglas en beneficio propio. Háganme caso cuando digo que conozco el tipo [de persona] que es Donald Trump”, advirtió.
Aseguró que “como joven fiscal cuando estaba en la oficina del fiscal del distrito del condado de Alameda, en California, me especialicé en casos relacionados con abusos sexuales. Donald Trump fue declarado responsable por un jurado de cometer abusos sexuales. Como fiscal general de California, me enfrenté a una de las mayores universidades con ánimo de lucro de nuestro país y la puse fuera del negocio. Donald Trump dirigía una universidad con ánimo de lucro, la Universidad Trump, que fue obligada a pagar 25 millones de dólares a los estudiantes a los que estafó”.
