anunció su renuncia como líder del Partido Liberal y primer ministro de Canadá, tras permanecer más de 9 años en el poder, una dimisión que será efectiva, dijo, una vez que los liberales hayan elegido su nuevo liderazgo.

En una rueda de prensa en Ottawa, Trudeau reconoció que no es la persona indicada para encabezar el partido o buscar la reelección en las elecciones programadas para octubre.

Soy un luchador. Cada hueso de mi cuerpo me pedía luchar. Me importa profundamente este país y lo que está en su interés”, dijo Trudeau, para luego reconocer que “a pesar de mis esfuerzos, el Parlamento ha estado paralizado por meses” y que "no soy la persona" que el Partido Liberal necesita en este momento.

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Tras casi una década como primer ministro, Trudeau decidió dar un paso al costado para permitir al Partido Liberal buscar un nuevo liderazgo.

"Tengo la intención de dimitir como líder del partido y como primer ministro después de que el partido seleccione a su próximo líder mediante un proceso competitivo y riguroso a nivel nacional", manifestó Trudeau.

Trudeau adelantó que se pidió que el Parlamento de Canadá será prorrogue hasta el 24 de marzo, lo que permitirá que el Partido Liberal evite una moción de censura y elegir al sustituto a Trudeau.

La prorrogación, que de forma efectiva cesa todas las actividades legislativas, es un controvertido mecanismo que fue utilizado por última vez en 2020 cuando Trudeau se enfrentaba a un grave escándalo sobre los contratos gubernamentales con una ONG.

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Trudeau elogió la “resiliencia, generosidad y determinación del pueblo canadiense”.

“He trabajado por ustedes, para fortalecer a la clase media, defender el libre comercio, defender a Ucrania y nuestra democracia, preparar la economía para el futuro”, señaló.

“Canadá está en un momento crítico”, indicó.

Dijo que si bien es un luchador, lo que más le importa es Canadá y lo que está “en interés del pueblo canadiense”.

Señaló que anoche habló con sus hijos de su decisión de renunciar como líder del Partido Liberal y como primer ministro.

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Trudeau se lanzó además contra el líder de la oposición, Pierre Poilievre, favorito en las encuestas, y señaló que la visión de éste para el país "no tiene sentido".

"Su visión para este país no es la correcta para los canadienses. Detener la lucha contra el cambio climático no tiene sentido", dijo Trudeau. "Necesitamos una visión ambiciosa y optimista del futuro. Y Pierre Poilievre no la ofrece".

La presión sobre Trudeau para que renunciara creció a tal punto que mantenerse en el cargo era ya insostenible.

Desde antes de las vacaciones de fin de año, al menos dos docenas de diputados y varios grupos regionales, entre ellos los de Canadá Atlántico, Quebec y Ontario, reclamaban su dimisión.

El punto de quiebre fue la renuncia de Chrystia Freeland, su mano derecha de mucho tiempo, al cargo de ministra de Finanzas y Viceprimera Ministra, denunciando que su forma de ver el futuro del país y la de Trudeau ya no coincidían.

Freeland criticó directamente la decisión de Trudeau de eliminar impuestos en un momento clave, acusándolo de aplicar “costosos trucos políticos”, y de no tomar en serio la amenaza arancelaria del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump.

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Para Trudeau, el regreso de Trump a la presidencia de Estados Unidos fue la gota que derramó el vaso. Trudeau y Trump nunca se llevaron bien en la primera administración del estadounidense (2017-2021). Y Trump dejó en claro cuál será su tono, al anunciar aranceles de 25% a México y Canadá por considerar que “no hacen suficiente” para contener a los migrantes, o el flujo de drogas a Estados Unidos.

Aunque Trudeau, quien a fines de este año cumpliría 10 años en el poder, llamó directamente a Trump, y luego viajó a Mar-a-Lago para explicar que “México y Canadá no son iguales” y los esfuerzos canadienses en ambos rubros, Trump nunca echó atrás su amenaza y en vez de fortalecer su posición, Trudeau quedó todavía más debilitado, una posición que Trump aprovechó para burlarse y sugerir que Canadá se convierta en “el estado 51” de Estados Unidos.

Los conservadores, encabezados por Pierre Poilievre y favoritos en las encuestas para ganar en las elecciones de este año, habían amenazado con presentar una moción de no confianza contra el gobierno liberal tan pronto como el 30 de enero, tres días después de que el Parlamento regrese de vacaciones.

El fuerte incremento del coste de la vida, la carencia de vivienda asequible y el empeoramiento de los servicios sociales provocaron el desplome de la imagen de Trudeau, y colocan a los liberales hasta 25 puntos por detrás de los conservadores en los sondeos.

Con información de EFE

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