Nueva York.- Hope Hicks, que trabajó en la campaña del expresidente Donald Trump de 2016 y formó parte de su equipo en la Casa Blanca hasta 2018, rompió en lágrimas este viernes cuando el equipo legal del exmandatario empezó su interrogatorio en el juicio penal de Nueva York.
Al ver el estado emocional de Hicks, el juez encargado del caso, Juan Merchan, decidió tomar un receso en este proceso en el que Trump se enfrenta a 34 cargos, entre ellos el de falsificación de documentos comerciales para ayudar a encubrir una aventura extramatrimonial con la actriz Stormy Daniels.
Hicks habló con Trump y su entonces mano derecha, Michael Cohen, el día del año 2016 en que se enteraron de que la actriz porno quería dinero a cambio de no contar su aventura.
Los fiscales fueron los primeros en interrogar a Hicks y, pese a que la exempleada de Trump dijo estar nerviosa, no lo demostró en sus respuestas.
Durante la primera parte del testimonio de Hicks a la Fiscalía, Trump miró atentamente sus declaraciones en el estrado.
No obstante, luego pasó a ver qué decía su exempleada a través de la pantalla de video que tenía delante y después de la pausa del almuerzo, estaba respaldado en su silla y con los ojos cerrados por largos periodos de tiempo.
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Hicks, que alguna vez fue una de las confidentes más cercanas de Trump, fue citada por los fiscales, que están tratando de demostrar que el alboroto en torno a la infame cinta filtrada “Access Hollywood” provocó que el entonces abogado de Trump hiciera un pago a una actriz porno para enterrar una historia negativa que podría poner en peligro su candidatura presidencial de 2016.
El testimonio de Hicks proporcionó a los miembros del jurado un vistazo de las caóticas consecuencias que tuvo la filtración de la cinta en la campaña presidencial de Trump días antes del importante debate con la candidata demócrata Hillary Clinton. Hicks señaló que se quedó atónita y se reunió con otros asesores de Trump tras enterarse de la existencia de la cinta por un reportero del Washington Post.
“Tuve la sensación de creer que esto iba a ser una historia masiva y que iba a dominar el ciclo de noticias durante los próximos días”, testificó Hicks. “Era un acontecimiento perjudicial”.
Y añadió: “Esto nos estaba haciendo retroceder de una manera que iba a ser difícil de superar”.
El abogado de Trump, Emil Bove, preguntó a Hicks si Michael Cohen, entonces abogado de Trump, no era parte de la campaña del magnate de 2016. "No, él intentaba intervenir en ciertos momentos, pero no se suponía que estuviera en la campaña de ninguna manera oficial", dijo. "Hubo cosas que hizo de forma voluntaria debido a su interés". Bove también le preguntó a Hicks si Cohen se había vuelto rebelde y ella dijo que sí.
Hicks dijo que la mañana después de que Cohen le dijera al New York Times que había realizado el pago sin el conocimiento de Trump, le dijo a Hicks que Cohen hizo el pago para proteger a Trump de acusaciones falsas y que nunca se lo contó a nadie y lo hizo por la bondad de su propio corazón. “Yo diría que eso estaría fuera de lugar para Michael. No sabía que Michael fuera una persona especialmente caritativa o desinteresada; es un tipo de persona que busca crédito”, dijo Hicks.
Hicks continuó diciendo que a Cohen le gustaba llamarse a sí mismo "reparador" o "Sr. Fix It". "Fue sólo porque él lo rompió primero", dijo.
Después de la publicación de la cinta, Hicks pidió a Cohen, que fuera detrás de un rumor de otra cinta potencialmente dañina. Hicks dijo que quería ser proactiva en la búsqueda de la supuesta cinta porque no quería que nadie fuera “sorprendido”. Al final no hubo una cinta.
Cuatro días antes de las elecciones de 2016, Hicks dijo que recibió una solicitud de comentarios por parte de un reportero del Wall Street Journal para una historia que se iba a publicar sobre American Media Inc. comprando los derechos de la historia de la exmodelo de Playboy Karen McDougal de que tuvo un amorío con Trump años antes. El expresidente niega las acusaciones.
Hicks recordó que se puso en contacto con Jared Kushner con la esperanza de que pudiera utilizar sus conexiones con Rupert Murdoch, el propietario de la empresa matriz del Journal, para ayudar a retrasar la historia. Kushner, el yerno de Trump, le dijo que probablemente no podría contactar con Murdoch a tiempo, declaró Hicks.
Trump no mostró ninguna emoción mientras volteó la cabeza para ver a Hicks subirse al estrado. Luego de colocarse detrás del micrófono, inhaló profundamente antes de que empezara a ser interrogada y reconoció que estaba “muy nerviosa”. Refiriéndose a su exjefe como “señor Trump”, contó a la corte que la última vez que tuvo comunicación con él fue en el verano u otoño de 2022.
Aunque ya no forma parte del círculo cercano de Trump, Hicks habló del expresidente en buenos términos mientras el fiscal comenzó a interrogarla sobre sus antecedentes. Hicks elogió a Trump varias veces en los primeros minutos de su testimonio, señalando que era “muy bueno haciendo varias cosas a la vez y un trabajador duro”.
En su testimonio, la exasesora afirmó que Trump "realmente valora" la opinión de Melania. “El presidente Trump realmente valora la opinión de la señora Trump”, dijo Hicks, y agregó que si bien Melania Trump no opina todo el tiempo, cuando lo hace es “realmente significativo”.
“No creo que quisiera que nadie de su familia se sintiera herido o avergonzado por nada de lo sucedido durante la campaña. Quería que estuvieran orgullosos de él”, añadió Hicks más tarde.
Los fiscales han pasado la semana utilizando testimonios detallados sobre reuniones, intercambios de correo electrónico, transacciones comerciales y cuentas bancarias para construir sobre la base de su caso acusando a Trump de un esquema para influir ilegalmente en las elecciones. Están preparando el escenario para el testimonio fundamental de Cohen, que pagó a la actriz porno Stormy Daniels 130 mil dólares por su silencio y fue enviado a la cárcel por el plan para realizar el pago para evitar la difusión de la información perjudicial.
El equipo de defensa de Trump ha trabajado para poner en duda la credibilidad de los testigos de los fiscales y para demostrar que Trump estaba tratando de proteger su reputación y su familia —no su campaña— al mantener a las mujeres en silencio. El equipo de defensa también sugirió, al interrogar a un abogado que representó a dos mujeres en las negociaciones de los pagos a cambio de silencio, que Trump era, de hecho, víctima de extorsión. Trump ha negado las acusaciones de encuentros sexuales extramatrimoniales.
La cercanía de Hicks con Trump a lo largo de los años la ha convertido en una figura de interés tanto para los investigadores del Congreso como para los investigadores penales, que han buscado su testimonio en múltiples ocasiones sobre temas que van desde la interferencia electoral de Rusia hasta la pérdida de las elecciones por parte de Trump y los posteriores disturbios del 6 de enero de 2021 en el Capitolio federal.
sp