Miami.— “Soy un hombre inocente”, así se calificó el expresidente de Estados Unidos Donald Trump a través de su red Truth Social, pero su inocencia estará a prueba por los siguientes meses, luego de que le notificaran el jueves que fue acusado de cargos criminales en relación con la investigación que el Departamento de Justicia realiza sobre documentos clasificados que el exmandatario se llevó a su casa y se negaba a entregar. El martes comparecerá en una corte federal de Miami, Florida.
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En agosto de 2022, el FBI y otras autoridades catearon la mansión de Trump en Florida. Durante el allanamiento, las autoridades federales encontraron más de 11 mil documentos de gobierno, de los cuales alrededor de 100 estaban marcados como clasificados y un número no especificado como ultrasecretos.
El problema con Trump estriba en que “hizo una declaración jurada por escrito y firmada, que resultó ser un testimonio falso”, dice a EL UNIVERSAL el politólogo y analista Hernán Molina desde Los Ángeles, California.
Trump afirmó, en mayo de 2022, que ya había entregado todos los documentos que tenía. “Pero el FBI volvió a su mansión con una orden de allanamiento y encontraron mucha más evidencia de que había mentido. Ese es uno de los graves problemas que ahora enfrenta; mentir para interferir con una investigación federal”, comenta el especialista.
En el caso de los documentos encontrados en la propiedad del presidente Joe Biden y del exvicepresidente Mike Pence, “en ningún momento se negaron a entregarlos, lo hicieron de manera expedita y las autoridades pudieron comprobar que no había más en cada uno de los casos”, comenta Molina.
De los cargos que enfrenta Trump en su contra, los más delicados son declaración falsa, obstrucción a la justicia, conspiración y retención ilegal de documentos clasificados. “Es verdad que este juicio se puede alargar [por meses], la jueza a cargo va a tener que tomar decisiones y poner límites a los planteamientos que haga la defensa para intentar alargar todo esto”, explica Molina, “y ese alargue es precisamente para que se lleguen los tiempos electorales donde seguramente Trump será el candidato republicano, frente a Joe Biden”.
Este tipo de acontecimientos a todas luces negativos para cualquier persona “son de lo más refrescante para un tipo como Trump y su base electoral”, subraya el politólogo; “sin duda moviliza a sus seguidores y le incrementa los fans, la bronca moviliza, la bronca hace que la gente tome acción y la gente que cree en él y considera que todo esto es una movida de los demócratas, hace que sus seguidores se cieguen”.
Aun en medio de este mar de acusaciones en contra del expresidente, la ley le permite continuar con sus aspiraciones presidenciales: “Seguramente él [Trump] tiene la idea de llegar a la presidencia otra vez y autoperdonarse de todos los cargos en su contra”, comenta Molina.
“¿Te imaginas? Suena a chiste, pero podría suceder. No estoy seguro de la interpretación de la ley en ese sentido, pero todo es cuestión de eso, interpretación y sabemos que el presidente de Estados Unidos [en turno] tiene el poder de condonar los delitos del reo que quiera, incluyéndose a sí mismo”, subraya Molina.
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En 2016, Trump perdió el voto popular frente a Hillary Clinton, por 3 millones de sufragios y fue el Colegio Electoral el que le dio el triunfo. En 2020 no le alcanzó para ganar. “Este 2024 no la va a tener fácil si se convierte en el candidato republicano”, señala el experto; “no sólo están los demócratas, hay que contar a la mayoría de los independientes que generalmente votan demócrata, quienes buscan a un personaje normal, común, alguien como Biden capaz de, por ejemplo, llegar a un acuerdo con Kevin McCarthy [líder republicano en la Cámara Baja] y evitar un desastre por el techo de la deuda”.
Trump es, ha sido y será siempre un espectáculo, “un show- man que entretiene y que es capaz de llegar al borde, incluso de su propia libertad y prestigio. En mi opinión es un sociópata, narcisista y egocentrista que se la pasa autojustificándose. Pero al estadounidense con sentido común no le interesa alguien así en la presidencia. Así que ya veremos dónde y cómo termina todo esto”, concluye el experto.