La semana se preveía tranquila en el frente del impeachment aprovechando el feriado de Acción de Gracias de este jueves, pero un revés judicial al presidente Donald Trump volvió a ponerlo en primera plana por el caso Ucrania.
A última hora de la tarde, un juez federal de la corte del Distrito de Columbia dictaminó que Don McGahn, el que fuera principal abogado de la Casa Blanca, debe cumplir con la citación del Congreso para testificar cuando se le requiera.
McGahn había alegado que tiene “absoluta inmunidad”, una designación reservada a algunos asesores del círculo más cerrado del presidente que se considera esencial para proteger al presidente y su deseo de obtener consejos y advertencias francas, y había cumplido con las órdenes de la Casa Blanca de no cooperar ni testificar en el Congreso. Ahora, tras la decisión, los abogados de McGahn han asegurado que su cliente cumplirá con la citación “a no ser que se frene a la espera de una apelación”.
Es más que probable que la Casa Blanca, a través del Departamento de Justicia, apele la decisión.
En tanto, la Comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes prepara un informe del juicio político para presentarlo a la Comisión de Asuntos Jurídicos de la cámara baja “poco después de que el Congreso regrese del receso por el Día de Acción de Gracias”, afirmó Adam Schiff, presidente de la Comisión de Inteligencia.
La administración Trump se ha negado a presentar los documentos solicitados por los demócratas en su investigación y ha bloqueado la comparecencia de testigos, incluidos el secretario de Estado, Mike Pompeo, y el jefe de gabinete en funciones de la Casa Blanca, Mick Mulvaney. Otros testigos han desafiado las instrucciones de la Casa Blanca de testificar bajo citación.
Actualmente, los demócratas de la Cámara Baja lideran una investigación para abrir un posible juicio político contra Trump por presiones a Kiev para que abriera pesquisas contra el exvicepresidente y su rival político, el demócrata Joe Biden, y su hijo Hunter por presunta corrupción en Ucrania.
Ningún presidente ha sido destituido como resultado directo de un juicio político. Uno, Richard Nixon, renunció antes de que pudiera ser relevado. Dos, Andrew Johnson y Bill Clinton, fueron impugnados por la Cámara pero no condenados por el Senado.
lsm