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Juan Guaidó derrotó a Hugo Chávez hace 12 años como parte de un grupo de jóvenes cuyas propuestas frenaron sus planes de reforma a la Constitución. Hoy se enfrenta al heredero del chavismo, Nicolás Maduro, al declararse presidente interino de Venezuela, tras desconocer el mandato del ex chofer de autobuses.
Hay dos hechos que definieron la vida personal y profesional de Juan Guaidó, de 35 años de edad.
Siendo un adolescente, sobrevivió a la denominada “tragedia de Vargas”, como se le conoce a la serie de deslaves e inundaciones que azotaron las costas venezolanas y dejaron miles de muertos y desaparecidos el 15 de diciembre de 1999. Guaidó, su madre y cinco hermanos vivían allí. En entrevistas, ha dicho que esa experiencia lo obligó a “crecer, desprenderse de lo material y acercarse más a los afectos familiares y espirituales”.
El segundo acontecimiento que lo marcó fue su integración a la denominada “generación del 2007”, un grupo de jóvenes que llevaron a cabo un movimiento estudiantil para propinar al entonces presidente, Hugo Chávez, su única derrota al fracasar un referéndum para modificar la Constitución venezolana.
Ya por entonces era evidente su interés en la política, rubro en el que se desempeña formalmente desde hace 10 años y en el cual —desde hace tres— ha tenido un ascenso acelerado y constante.
Juan Gerardo Guaidó Márquez nació el 28 de julio de 1983 en la ciudad de La Guaira, capital de Vargas, al centro-norte de Venezuela. Criado por su madre, pasó ahí toda su infancia. “Sé lo que es tener hambre”, ha dicho.
Concluyó sus estudios de bachillerato un año después de la “tragedia de Vargas”, para luego enrolarse en la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas, donde estudio Ingeniería Industrial. A la par, fungió como vendedor en una tienda de computadoras, con el fin de costear su carrera universitaria, de acuerdo con información recopilada por el diario El Nacional de Venezuela.
En esta etapa Guaidó tuvo su primer acercamiento con la política. Fue designado miembro directivo del Centro de Estudiantes de Ingeniería, donde recibió el reconocimiento al Alumno Integral Ucabista por su trayectoria académica.
Fue representante de la Facultad de Ingeniería ante el Consejo General de Representantes Estudiantiles (Cogres), miembro de la Cátedra de Honor así como del Programa de Liderazgo UCAB y Secretario General del Cogres, según el portal del partido Vida Popular. Tiene estudios de posgrado por la Universidad George Washington, en Estados Unidos, y por el Instituto de Estudios Superiores de Administración en Venezuela.
Dos años después de conformar la “generación de 2007”, en 2009 y con Leopoldo López a la cabeza, Guaidó se convirtió en miembro fundador del Voluntad Popular, partido opositor al gobierno que lo catapultó como diputado suplente en el Parlamento para las elecciones de 2010.
El escaño conseguido sería únicamente el inicio, pues en 2015, debido en parte a su carisma y lucha social, fue designado legislador principal para la Asamblea Nacional.
Durante el proceso electoral de ese año se declaró en huelga de hambre tras la no publicación de las fechas para votar. De esta forma ganó la atención de seguidores que lo identificaron a la postre como su líder.
A finales de 2018 resultó vencedor en los comicios por la presidencia de la Asamblea Nacional, hecho que se tornó factible gracias a que otros miembros (con experiencia y poder mediático) de su partido no fueron elegibles. Tal fue el caso de Leopoldo López (actualmente en prisión domiciliaria), Freddy Guevara (asilado en Chile) y Carlos Vecchio (exiliado), de acuerdo con datos recogidos por la agencia AFP.
Aunque a menudo es reconocido por ser metódico y firme al tomar decisiones, sus seres queridos lo identifican como una persona tolerante y familiar, con una afición por el beisbol y por pasar tiempo con su hija de un año, según cita el diario argentino Clarín.
Durante su paso como legislador, expuso algunos casos de corrupción que involucraban al oficialismo, como Odebrecht, uno de los más sonados durante los últimos años. Resultado de aquello, Nicolás Maduro se refirió a él como un “joven que juega a la política”.
Hoy, ese joven que “jugaba a la política” es presidente interino autoproclamado de Venezuela y ha recibido el respaldo de varios países de la comunidad internacional.