Lima.— Un muerto y 15 heridos dejó ayer un choque entre policías y manifestantes que bloqueaban una ruta en el sur de Perú, mientras Lima volvía a la normalidad tras un toque de queda decretado por el presidente Pedro Castillo para contener las protestas por el alza de precios.
Un trabajador agrícola que participaba en el bloqueo de la ruta Panamericana en la región de Ica murió durante un enfrentamiento contra los policías.
“Han ingresado 15 heridos, tenemos un herido de gravedad. Hay un civil que ha ingresado fallecido que es producto del conflicto”, dijo el director del hospital de la ciudad de Ica, Carlos Navea, en un video publicado en la página de Facebook del centro de salud. Precisó que los lesionados que llegaron al hospital son 12 agentes y tres manifestantes. Los choques se desataron cuando un piquete policial intentó desalojar a decenas de trabajadores agrícolas que bloqueaban la Panamericana en Ica.
La Policía Nacional de Perú (PNP) no detalló las razones por las que falleció esta persona.
La Presidencia de Perú expresó en Twitter sus “sentidas condolencias” a los familiares y amigos del fallecido en la región de Ica. La Coordinadora Nacional de Derechos Humanos de Perú (Cnddhh) denunció a EFE la muerte de una persona más y subrayó que los dos fallecidos perdieron la vida por disparos de la policía. La Cnddhh exigió el cese de la represión policial y la renuncia del ministro del Interior, Alfonso Chávarry, a quien instaron a asumir “su responsabilidad política”. Chávarry sobrevoló Ica a bordo de un helicóptero para reconocer los daños provocados en la carretera Panamericana Sur, en la zona conocida como Barrio Chino.
A pesar de la crisis social y política, el gobierno de Perú aseguró estar “muy sólido” y que confía en concluir su mandato de cinco años, remarcó el primer ministro, Aníbal Torres, antes de asegurar que van “a seguir trabajando por todos los peruanos”.
En la víspera otra manifestación contra el presidente Castillo dejó 25 policías heridos y el centro de Lima con destrozos. Los inconformes intentaron incendiar el archivo de la Corte Superior, apedrearon la fiscalía, el Tribunal Electoral, rompieron cajeros automáticos y saquearon una tienda minorista.
Torres afirmó que los ataques producidos el martes contra una sede del Poder Judicial y otros locales privados tras una manifestación antigubernamental estaban planificados desde un día antes.