Londres.— Los británicos grabaron ayer en piedra su salida de la Unión Europea (UE), al darle al primer ministro Boris Johnson una sólida mayoría en las elecciones generales para sacarlos del bloque lo antes posible.
Según un gran sondeo a pie de urna publicado por los principales medios británicos, su Partido Conservador obtendría 357 diputados. De confirmarse, aumentarían en 39 escaños su presencia en la Cámara de los Comunes, el mejor resultado conservador desde Margaret Thatcher en 1987. En un principio, se habló de hasta 368 diputados.
“Gracias a todos los que en nuestro gran país votaron, participaron como voluntarios y se presentaron como candidatos. Vivimos en la mayor democracia del mundo”, tuiteó Johnson, eufórico. Además, celebró el “nuevo mandato fuerte” de los británicos para realizar el Brexit.
Los conservadores no sólo habrían rebasado la mayoría absoluta de 326 parlamentarios: extenderán por cinco años más su presencia en el número 10 de Downing Street, en donde, con distintos líderes, llevan instalados nueve años. Los datos sugieren el colapso de los laboristas de Jeremy Corbyn, que habrían sumado su cuarta derrota en fila y la peor registrada en la era moderna. Obtendrían 201 diputados. Acto seguido, Corbyn anunció que no liderará a los laboristas británicos en las próximas elecciones.
Los independentistas escoceses del SNP llegarían en tercera posición con 55 escaños (+20) y los centristas Liberal Demócratas muy por detrás con 13 diputados (+1). El resultado del conteo oficial está aún pendiente.
La victoria electoral de Johnson sería suficiente para materializar el Brexit el 31 de enero como está previsto y bajo los términos que negoció con la UE; desaparece el backstop, pero deja a Irlanda del Norte alineada con algunas reglas del mercado único europeo para evitar una frontera dura entre Belfast y Dublín. También le daría un amplio margen de maniobra para negociar los acuerdos de libre comercio previstos tras la salida de la UE y promover una agenda doméstica conservadora.
El resultado previsto no elimina todos los problemas del exministro de Exteriores. Los nacionalistas escoceses (SNP) parecen haber coronado una histórica victoria con su bandera independentista, al sumar 20 escaños y rebasar la brecha de los 50 parlamentarios. La escala del triunfo de la fuerza de Nicola Sturgeon garantiza que habrá una agitada confrontación sobre la permanencia de Escocia en suelo británico.
Los Liberal Demócratas, el partido que abanderó la propuesta de permanecer en la UE, prácticamente se quedaron como estaban, igual que los Verdes. El Partido del Brexit de Nigel Farage permaneció fuera del Parlamento. Las elecciones fueron las primeras celebradas en diciembre desde 1923, y el frío y la lluvia fueron dos constantes durante la jornada.
La convocatoria hecha hace cinco semanas fue ante todo para destrabar la parálisis en Westminster, donde no había mayoría para aprobar el acuerdo de retirada de la Unión, lo que obligó a aplazar en tres ocasiones la fecha de salida. Una vez aclarado el panorama en el Parlamento, Johnson, un efervescente defensor del Brexit, podrá hacer realidad finalmente su sueño, el de la independencia, el de regresarle a Londres el poder sobre sus fronteras, leyes y dinero que ha parado en las arcas comunitarias desde su membresía en 1973.
La mayoría de los británicos votó por abandonar la UE en un referéndum celebrado en 2016. Una vez materializada la retirada, iniciarán negociaciones sobre las futuras relaciones. Johnson, quien relevó a Theresa May como líder conservador en julio pasado, pretende llegar a un acuerdo en un plazo de un año, aunque Bruselas reiteró que no va a forzar las conversaciones.
Johnson podrá presentar la próxima semana su acuerdo de Brexit al nuevo Parlamento, bajo la forma de un proyecto de ley que lo traduzca a la legislación británica, aunque previsiblemente no será aprobado hasta enero. Para entrar en vigor, el texto debe ser ratificado por el Parlamento Europeo, en nombre de los otros 27 países miembros cuyos líderes, reunidos el jueves en una cumbre en Bruselas, debían respirar tranquilos por la certidumbre que esta mayoría anunciada da al proceso.
La confirmación del resultado del sondeo sería “extremadamente decepcionante”, reconoció el número dos del Partido Laborista, John McDo-
nnell. “Se debe en gran parte a la fatiga del Brexit. La gente quiere terminar con esto”, consideró.
Tras mantener durante mucho tiempo una ambigüedad sobre el Brexit que le valió duras críticas, Corbyn había prometido que si llegaba al poder negociaría un nuevo acuerdo con Bruselas que mantuviese estrechas relaciones y lo sometería a referéndum junto con la posibilidad de permanecer dentro del bloque.
Muchos británicos votaron acompañados por sus mascotas. Con la etiqueta #DogsAtPollingStations (Perros en los colegios electorales), decenas de miles de personas publicaron en las redes imágenes en las oficinas de votación con sus animales de compañía.