Londres.— Cada vez más debilitado políticamente, el primer ministro británico, Boris Johnson defendió ayer sus medidas anti-Covid, tras ver amenazado su liderazgo por la rebelión de más de un cuarto de su bancada conservadora y antes de un posible revés electoral fatal.

En una votación el martes por la noche, 99 de los 361 diputados del Partido Conservador se opusieron a la aplicación de pasaportes sanitarios para entrar a eventos multitudinarios como estadios de futbol o clubes nocturnos. Esta medida gubernamental, y otras destinadas a frenar el rápido avance de ómicron, fue aprobada gracias al apoyo de la oposición laborista, que defendió el “interés nacional”.

Pero fue la mayor rebelión que sufre Johnson desde su llegada al poder en 2019 y un duro revés a su legitimidad.

“Respeto y comprendo las legítimas preocupaciones de mis colegas sobre las restricciones a su libertad”, aseguró el primer ministro en la sesión semanal de preguntas en el Parlamento. “Pero creo que el enfoque que estamos adoptando es equilibrado, proporcionado y correcto.

“Sus diputados se equivocan al votar contra medidas básicas de salud pública, pero no se equivocan al desconfiar de él”, lanzó el jefe de la oposición, el laborista Keir Starmer, considerando que Johnson está “demasiado débil para liderar”.

Johnson alardeó de haber dirigido “el programa de vacunación más rápido de Europa” y de haber protegido empleos desde la llegada del Covid-19 en marzo de 2020, mientras, en su opinión, el líder del Partido Laborista, Starmer, “vacilaba”.

Castigado en las encuestas, con pugnas internas y una investigación en curso sobre supuestas fiestas navideñas en Downing Street el año pasado en medio de restricciones, Johnson afronta otra prueba para su liderazgo: una elección parcial en el centro de Inglaterra donde peligra el escaño tory.

En su contraataque en los Comunes, Johnson acusó a su rival de caer en “el politiqueo”, mientras él se ocupa de tomar “decisiones importantes”, como el “exitoso programa de vacunación”. El premier volvió a instar a la población a ponerse la vacuna de refuerzo, de la que se han administrado ya 24 millones, y reiteró la promesa de ofrecer su dosis a todos los adultos antes de final de mes.

En uno de los países más castigados de Europa por la pandemia, con casi 146 mil 800 muertos confirmados por Covid-19, el gobierno de Johnson fue muy criticado por su errática gestión en el principio de la crisis sanitaria. Ahora, el Reino Unido ve propagarse como la pólvora los casos de la nueva variante del coronavirus. El miércoles se registró un récord de 78 mil 610 nuevos contagios en 24 horas.

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