El presidente estadounidense, Joe Biden, celebró su primera Navidad en el cargo con llamadas a soldados estacionados en diversas partes del mundo, deseándoles felices fiestas y agradeciendo su servicio y sacrificio por el país.
Acompañado por su esposa, Jill, y su nuevo perro Commander, el presidente de Estados Unidos habló el sábado vía enlace de video con miembros del Ejército, los Marines, la Armada, la Fuerza Aérea y la Guardia Costera, estacionados en bases en Qatar, Rumania, Bahréin y Estados Unidos.
“Como su comandante en jefe, quería aprovechar esta oportunidad para decirles gracias, gracias, gracias”, les dijo a los soldados. “Estamos agradecidos por su valor y su sacrificio, no solamente el suyo, sino también el de su familia”, añadió.
Desde un estudio instalado en la Casa Blanca, Biden les dijo que son “la columna de acero sólido de la nación” y enfatizó la “verdadera obligación sagrada” que tiene la nación de cuidar a sus soldados y a sus familias.
Jill Biden expresó su empatía con las dificultades que experimentan las familias de los soldados al pasar las festividades lejos de sus seres queridos, y apuntó que los Biden sintieron lo mismo cuando su hijo Beau, que fue mayor en la Guardia Nacional de Delaware, sirvió en Irak.
Los Biden planeaban una Navidad relativamente tranquila en la Casa Blanca con familiares.
En momentos en que la pandemia de coronavirus cobra nueva fuerza impulsada por la variante ómicron, la pareja presidencial trató en sus presentaciones y declaraciones públicas ofrecer un sentido de unidad y normalidad en una temporada difícil para muchos.
En una declaración navideña, elogiaron el “enorme valor, carácter, resistencia y determinación” de los estadounidenses ante la pandemia y oraron porque la nación encuentre “la luz en la oscuridad”.
Foto: AFP
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ed