El presidente de Estados Unidos , Joe Biden , advirtió el martes a su par ruso, Vladimir Putin , que Washington impondrá "fuertes" sanciones en caso de una escalada militar en Ucrania.
"El presidente Biden expresó las profundas preocupaciones de Estados Unidos y nuestros aliados europeos sobre la escalada de fuerzas de Rusia en torno a Ucrania y dejó en claro que Estados Unidos y nuestros aliados responderían con fuertes medidas económicas y de otro tipo en caso de una escalada militar", dijo la Casa Blanca en un comunicado tras la cumbre entre ambos mandatarios.
Los presidentes Joe Biden y Vladimir Putin mantuvieron una intercambio de alto riesgo el martes con los temores de una escalada militar en Ucrania como principal desafío.
"Es bueno verlo otra vez" dijo Biden según imágenes de la televisión rusa de ese encuentro telemático que duró unas dos horas.
"Lo saludo, señor presidente", dijo Vladimir Putin, sonriendo, sentado en una mesa larga, frente a una pantalla en la que aparecía su homólogo estadounidense. Putin se encontraba en su residencia de Sochi, un balneario junto al Mar Negro.
Biden participó desde la "Sala de crisis" de la Casa Blanca; un ámbito ultrasecreto desde donde se realizan las operaciones militares más delicadas lo cual muestra el nivel de tensión. Estados Unidos no mostró imágenes.
Estados Unidos, acusado de actuar por su cuenta durante la retirada de Afganistán y de emprender cuestiones internacionales sin demasiado respeto por sus aliados, insiste fuertemente en su estrecha coordinación con los europeos y los ucranianos.
Tras su intercambio con Putin, Biden telefoneará el martes al presidente francés, Emmanuel Macron; a la canciller alemana, Angela Merkel; y a los primeros ministros italiano, Mario Draghi, y británico, Boris Johnson. El lunes les había pedido mantenerse en "estrecho contacto".
En los próximos días Biden también debe informar sobre la conversación al presidente ucraniano Volodimir Zelenski, anunció el lunes el ejecutivo estadounidense.
El optimismo de Washington de crear una relación "estable" y "previsible" con Rusia, como se dijo en junio durante un encuentro en persona entre los dos mandatarios en Ginebra, parece quedar al margen, por ahora.
Washington, la OTAN y Kiev acusan a Moscú de desplegar tropas en la frontera con Ucrania para atacar al país, repitiendo el escenario de 2014 cuando los rusos anexionaron la península de Crimea. Desde entonces, más de 13.000 personas han muerto por el conflicto que se desencadenó.
El Kremlin desmiente cualquier plan de invadir Ucrania. Y Moscú, reprocha a Washington descuidar sus preocupaciones propias: la presencia acumulada de países de la OTAN en el Mar del Norte, la voluntad ucraniana de unirse a la Alianza atlántica y la ambición de Kiev de armarse con apoyo occidental.
"Rusia nunca ha tenido la intención de atacar a nadie, pero tenemos líneas rojas", añadió.
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ed