El Cairo.— El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, urgió ayer en El Cairo a crear “un acceso humanitario rápido y sin obstáculos” para llevar ayuda a Gaza, instando a un “alto el fuego humanitario inmediato”, en plena guerra entre Israel y Hamas.
“Necesitamos comida, agua, carburante y medicamentos ahora. Se necesitan en gran escala y de forma duradera”, dijo Guterres. “Lo que se necesita no es una pequeña operación (...), los cooperantes deben poder llevar ayuda y distribuirla de forma segura” en la Franja de Gaza, añadió en una rueda de prensa.
Los camiones que transportan ayuda humanitaria para este exiguo enclave de 2.4 millones de habitantes están bloqueados desde hace días en el paso de Rafah, en la frontera con Egipto.
Según el medio egipcio Al Qahera News, el paso abre hoy; sin embargo, no se espera que el cruce de Rafah se abra este viernes para recibir ayuda vital a Gaza, dijeron fuentes a CNN.
Tras su visita a Israel el miércoles e intensos contactos telefónicos con Egipto, el presidente Joe Biden dio a conocer que un número limitado de camiones, “hasta 20”, cruzarían la frontera. Durante la rueda de prensa junto al jefe de la diplomacia egipcia, Sameh Shoukry, Guterres recordó que “la protección de los civiles es fundamental” y que ataques contra hospitales, escuelas o infraestructura de la ONU van “en contra del derecho internacional”.
Los palestinos bloqueados en la Franja de Gaza esperan desesperados la llegada de ayuda humanitaria. Más de mil 400 personas, en su mayoría civiles, murieron en la ofensiva lanzada por Hamas contra territorio israelí el 7 de octubre, según el ejército. Desde entonces, Israel bombardea diariamente el enclave. Más de 3 mil 785 personas murieron hasta ahora por los ataques aéreos, según el Ministerio palestino de Salud.
Mientras, la Cumbre internacional sobre la crisis de Gaza que acogerá Egipto el próximo sábado contará con la presencia del secretario general de la ONU, así como del responsable de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell.
El presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi, y el rey de Jordania, Abdalá II, acusaron a Israel de infligir un “castigo colectivo” a la Franja de Gaza y exigieron el fin “inmediato” de las hostilidades entre Hamas y el Estado hebreo.
El Ministerio de Salud de Gaza suplicó a las gasolineras que suministraran combustible a los hospitales.