Más Información
Senado turna a congresos estatales extinción del Inai y seis órganos autónomos; Morena y aliados aprueban con mayoría
Reforma judicial no es una venganza de AMLO: Loretta Ortiz en Con los de Casa; representa elección de la ciudadanía
Por contrabando van por extinción de dominio de plaza de Izazaga; IMPI destruirá 90 mil piezas de productos pirata
“Vamos por todos los peces corruptos”; Raquel Buenrostro rinde protesta como secretaria de Función Pública
Taddei insiste a Morena que se necesitan 13 mmdp para elección judicial; acuerda revisar presupuesto de nueva cuenta
Washington.— Un auditor federal investiga si la Agencia Antidrogas (DEA) estadounidense, bajo el liderazgo de Anne Milgram, otorgó indebidamente contratos millonarios por adjudicación directa a sus antiguos colegas, según revelaron a The Associated Press personas con conocimiento de la pesquisa.
Entre los contratos de la DEA que investiga la Oficina del Inspector General del Departamento de Justicia está uno por 4.7 millones de dólares para realizar “planeación y comunicación estratégica” y así reclutar a personas que Milgram conoció cuando era fiscal general de Nueva Jersey y profesora de Derecho de la Universidad de Nueva York, a un costo que excede por mucho los pagos a funcionarios públicos.
Al menos una docena de personas han sido beneficiadas con esos contratos, incluidos algunos del círculo cercano de Milgram y quienes manejan inteligencia, análisis de datos, servicios comunitarios y relaciones públicas, trabajos que regularmente requieren autorizaciones especiales de seguridad y que suelen desempeñar los 9 mil empleados de la DEA.
También se investiga un pago por 1.4 millones de dólares a un despacho de abogados en Washington por un análisis reciente de las escandalosas operaciones de la DEA en el extranjero, criticado ampliamente por desestimar casos de mala conducta de agentes y cómo prevenirlos.
El análisis fue hecho por Boyd Johnson, antiguo mano derecha de uno de los amigos más cercanos de Milgram, Preet Bharara, cuando fue el poderoso fiscal federal de Nueva York.
El propio Bharara obtuvo un puesto en el despacho, WilmerHale, al mismo tiempo que se realizaba la revisión.
Detalles de la investigación que se está ampliando, y que inició hace varios meses debido a las quejas de los empleados, proceden de varias personas entrevistadas por la oficina del Inspector General y que compartieron documentos sobre los contratos, con la condición de que se mantuviera su anonimato.
Si se confirman irregularidades, el Inspector General puede recomendar desde sanciones administrativas hasta acusaciones penales. La investigación se realiza en momentos en que la DEA enfrenta una serie de escándalos sobre conductas irregulares de algunos agentes que han sacudido a la agencia antidrogas. Al mismo tiempo tiene que lidiar con una crisis de consumo de fentanilo, que se cobra más de 100 mil muertes por sobredosis al año.
“La DEA ha actuado con urgencia para establecer una nueva visión, apuntar a las redes criminales globales responsables de cientos de miles de muertes de estadounidenses, crear conciencia pública sobre cómo una sola pastilla puede matar y promover y reclutar a cientos de personas de gran talento”, dijo la agencia en un comunicado. “Estamos comprometidos a garantizar que la DEA trabaje incansablemente para proteger la seguridad nacional, la protección y la salud del pueblo estadounidense”, agregó.
Vice News informó anteriormente sobre el caso de Nick Palmeri, un exalto funcionario de la DEA en México que se retiró silenciosamente el año pasado en medio de pesquisas sobre su presunta mala conducta, incluidas reuniones inapropiadas con abogados defensores que representan a narcotraficantes y solicitar fondos del gobierno para ayudar a cubrir los gastos en un lujosa fiesta de cumpleaños que contó con una banda de mariachis. Palmeri negó haber actuado mal. Vice recordó que el caso Palmeri se encontraba entre los incidentes que fueron ignorados o pasados ??por alto en la “Revisión de Operaciones Extranjeras” de la DEA. En su conferencia, la vocera de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, dijo desconocer las investigaciones.