San José.— Coimeros, extorsionadores y nido de ratas. Los términos fueron incluidos por el presidente argentino, el ultraderechista Javier Milei, en la lista de insultos que envió a sus adversarios de izquierda, centro y derecha en el Congreso de Argentina por rechazar este mes su plan inicial de choque para imponer un severo ajuste económico.
Sin desprenderse de la tijera para recortar programas y bajar el gasto público, Milei atacó en vez de replegarse, extendió la onda expansiva de sus pleitos a gobiernos de las provincias (estados), aplicó profundas reducciones en sus fondos y atizó un incendio político nacional.
Rumbo al tercer mes de un periodo de 48, que inició el 10 de diciembre de 2023 al ganar el 19 de noviembre de ese año la segunda ronda presidencial como candidato del ultraderechista partido La Libertad Avanza, Milei quedó atrapado en una aguda crisis al prolongar sus programas de austeridad a los presupuestos provinciales.
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“Un presidente en Argentina no puede gobernar sin gobernadores que lo acompañen. A hoy (…) La Libertad Avanza cuenta con cero de los 24 gobernadores que fueron electos en 2023”, alertó el politólogo y analista político Facundo Cruz, del (no estatal) Centro de Investigación para la Calidad Democrática, de Buenos Aires.
“Probablemente si el gobierno [de Milei] sigue, de acá a futuro, teniendo este tipo de relaciones con los gobernadores, van a aparecer mucho más de estos conflictos y de estas tensiones”, dijo Cruz a EL UNIVERSAL. Tras explicar que el lío Milei-gobernadores debe entenderse dentro del sistema federal de Argentina, recordó que los gobernadores en esa nación tienen tres autonomías: política plena, administrativa restringida y financiera “bastante limitada”.
Al plantear que la discusión “es por recursos y de quien paga los costos y quien recibe los beneficios”, destacó que Milei decidió desde un inicio “retener los beneficios en el gobierno nacional y trasladar el pago de los costos políticos, sociales y económicos a las provincias. Ahí es donde se está dando esta tensión con varios gobernadores”.
En una reiterada defensa de sus movidas financieras y políticas en las cuentas fiscales provinciales, el gobierno recalcó este mes que “no hay solución alternativa a un urgente ajuste fiscal que ordene las cuentas públicas”.
“Ningún gobierno nacional ha recibido una herencia institucional, económica y social tan crítica como la que recibió la actual administración, por lo que es imprescindible adoptar medidas que permitan superar la situación de emergencia creada por las excepcionales condiciones económicas y sociales que la nación padece”, alegó.
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Aunque en enero de 2024 se previó que la miseria superaría 50% en el primer semestre de este año, los datos oficiales a este mes mostraron que ya llegó al 57% de los casi 46 millones de argentinos o más de 26 millones de personas y subió desde 45% en diciembre. En un contexto áspero, las fricciones hicieron saltar las chispas en una hoguera política que ganó fuerza. “Está en juego la unidad nacional”, advirtió el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, al acusar anteayer que “Milei no sólo somete al pueblo a un ajuste salvaje, sino que se roba los recursos de las provincias”.
“Es una situación de gravedad inédita”, agregó, al señalar que el presidente implantó un Estado que “deserta y abandona” sus obligaciones básicas y ejecutó un ajuste que “no fue contra la casta” socioeconómica privilegiada, sino que “fue contra el pueblo”.
“Tenemos un presidente que tuitea, de manera compulsiva, las cosas más absurdas y violentas, irreproducibles”, añadió Kicillof, estrechamente vinculado a la estructura kirchnerista, que gobernó desde la izquierda primero con Néstor Kirch- ner (1950-2010) de 2003 a 2007 y con Cristina Fernández viuda de Kirch- ner de 2007 a 2015. Kicillof se afianzó como jerarca del opositor e izquierdista Partido Justicialista, uno de los fuertes rivales de Milei.
Apenas juró al cargo, Milei intervino las finanzas provinciales y provocó el rechazo de los gobernadores y, en especial, de la región de Patagonia, al extremo sur del país.
El gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, anunció que su provincia detendrá hoy la producción de petróleo por 24 horas. La medida será en respaldo al enfrentamiento con Milei del gobernador de Chubut, Ignacio Torres, por golpear las finanzas de la provincia.
Torres anticipó el viernes pasado que suspendería la producción de crudo y gas a partir de hoy y Milei lo desacreditó al llamarlo “pobre chico”. En la maniobra para tratar de doblegar a Milei, Kicillof amenazó con cerrar los puertos de Buenos Aires, claves para la economía.
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Melella informó que, con “apoyo” de los trabajadores petroleros, las gobernaciones de Río Negro, Neuquén, Santa Cruz y La Pampa se unieron a la presión al mandatario.
Milei envió el 27 diciembre al Congreso una “ley ómnibus” con reformas económicas, tributarias, electorales, energéticas y penales como parte de un paquete para tratar de abatir el descontento popular por la creciente pobreza, la acelerada inflación, la incesante devaluación, el masivo desempleo y el estancamiento económico.
Pero el 6 de este mes sufrió una derrota cuando su propuesta fue rechazada por el Congreso y externó su malestar al tildar a sus opositores con menciones a sobornos, extorsión y ratas. En un agitado panorama, deberá acudir el próximo viernes al Congreso para una primera rendición de cuentas en la apertura del calendario legislativo con pronósticos turbulentos.