Roma
.- A tan solo tres días de la trágica caída de un teleférico que causó la muerte de 14 personas –entre ellas, dos niños-, tres hombres fueron arrestados hoy en la localidad de Stresa, considerados culpables del desastre que conmovió a Italia . Este terrible accidente, en el que sólo sobrevivió un chico de 5 años, según los fiscales finalmente no ocurrió por un error humano, como se pensó hasta ahora, sino por una falla debida a "sed de dinero".
Al cabo de interrogatorios de los carabineros y pericias de la fiscalía de Verbania, que desde el domingo pasado investiga la tragedia, tanto el dueño del teleférico que de Stresa, sobre el Lago Maggiore , lleva hasta la cima del monte Mottarone, como dos directivos, confesaron que sabían que desde hace al menos un mes, como tenía algunas anomalías, el sistema de frenado de emergencia estaba desactivado.
“Estaban convencidos de que nunca se habría verificado la ruptura de un cable y corrieron un riesgo que lamentablemente determinó la muerte de 14 personas que el domingo se encontraban en el funicular”, hizo saber a la prensa Olimpia Bossi, la fiscal de Verbania que tomó el caso, que destacó que “el cuadro reconstruido es desconcertante”.
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De hecho, explicó que si, pese a que había anomalías en el sistema de frenado de emergencia, hicieron funcionar igual el teleférico , fue para no perder dinero. Porque arreglar ese desperfecto iba a significar, luego de la reapertura del 26 de abril, otro período prolongado de parálisis, después de los ocasionados por los confinamientos debido a la pandemia, y pérdida de turistas y dinero. Así, los directivos decidieron hacer funcionar igual el teleférico con el sistema de freno de emergencia desactivado, con “la certeza de que el cable de tracción jamás se habría cortado”. Algo que, nadie sabe aún por qué, finalmente sí sucedió.
La procuradora determinó el arresto de Luigi Nerini, empresario de 56 años que es dueño desde hace décadas del funicular de Mottarone –que solía facturar 1.8 millones de euros por año-; su segundo, Gabriele Tadini, de 63, jefe de la planta y coordinador del personal; y el ingeniero Enrico Perocchio, de 51 años, consultor externo del teleférico . Sobre ellos pesa la acusación de homicidio múltiple, lesiones culposas gravísimas de un niño (el único sobreviviente) y de remoción y omisión dolosa de cautelas agravada por el desastre.
Normalmente el sistema de frenado de emergencia del teleférico tiene que estar siempre activo. Este permite que, cuando se produce alguna falla en los cables, la cabina quede enseguida bloqueada. Algo que sucedió el domingo pasado con la cabina que estaba bajando hacia el valle (una de las dos del medio de elevación), en el momento del accidente de la otra, que estaba por llegar a la cima.
Entonces, según se reconstruyó y por razones que aún se desconocen -porque al parecer estaba en buen estado y había sido revisado-, un cable se cortó. Pero el sistema de frenos se encontraba bloqueado con un hierro llamado “forchetta”, instrumento que todos los italianos pudieron ver en las fotos y videos de la cabina accidentada. Este hierro suele utilizarse cuando se hacen tests de manutención y la cabina viaja totalmente vacía, para que no se bloquee todo el tiempo, algo que requiere la intervención de un asistente.
Lo cierto es que, al estar bloqueado el sistema de frenos, cuando se cortó el cable la cabina, que llevaba a 15 personas, la mitad de su capacidad, por normas antiCovid , durante 10 segundos se deslizó hacia atrás a una velocidad de 100 kilómetros por hora, hasta chocar violentamente con un poste. Luego cayó 54 metros hasta el suelo y siguió rodando varios metros más hasta que fue detenida por unos abetos del bosque subyacente.
Si bien hasta ahora se pensaba que el sistema de frenos estaba bloqueado porque la “forchetta”, de color rojo, había sido olvidada por un error humano, la fiscalía llegó a la conclusión que este instrumento estaba allí adrede, algo que causó escándalo. “Fue puesta para evitar bloqueos continuos del cablecarril”, explicó la procuradora. “El sistema presentaba anomalías y habría necesitado un arreglo radical, con un cierre prolongado del medio”, agregó, en una falta de ganancia que los directivos no quisieron asumir.
Aún debe determinarse por qué se cortó el cable de acero pero, tanto en este caso, como en el de los frenos, “la clave está en la manutención”, dijeron expertos.
agv