Tel Aviv.— Tsahi Halevi, músico de profesión, actor israelí y judío, conocido sobre todo por su papel en la serie Fauda, afirma en una entrevista con periodistas latinoamericanos y de España, incluido EL UNIVERSAL, tener esperanza por el futuro de la región: “Soy optimista, pero no soy naive [ingenuo]”.
En la serie interpreta a un agente de élite de una unidad que se especializa en operativos de inteligencia, lo que incluye hacerse pasar por palestino. En la vida real, Halevi también ha peleado contra Hamas en la Franja de Gaza, donde ya había estado antes de la masacre que cometió el grupo terrorista en suelo israelí el 7 de octubre del año pasado. Indica que antes de esta ocasión vio la opulencia de algunos barrios y menciona que no toda Gaza era pobre.
Ya hace años había entrado a Gaza, pero regresó luego de que lo llamaran en esta vez, aunque ya no es reservista, pero sí voluntario y afirma que al entrar tras la masacre que cometió Hamas, el primer sentimiento que tuvo fue de “desesperanza” y su sueño era “liberar a los secuestrados”.
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También destaca que desde joven intentó convivir, dialogar, pero ahora hay desconfianza, sobre todo tras la masacre, de la que aún le cuesta trabajo realizar algún proyecto.
También admite no ser naive (ingenuo) y reconoce la complejidad de la región, sobre todo, tras los ataques de Hamas, del 7 de octubre; incluso afirma que desde entonces ve un ánimo en la gente más extremo, pero también se muestra esperanzado por el futuro, porque sabe que la educación es clave.
Los retos de su relación
Halevi está casado con la reconocida periodista local Lucy Aharish, árabe y musulmana, a quien ama profundamente y cuenta los retos que tuvo en su relación y al darla a conocer a la sociedad.
El actor, quien trabajó hace poco con Eduardo Derbez en la película Jaque Mate admite que su relación con Lucy Aharish ha sido complicada, incluso desde que estaban saliendo, porque ella se presentaba como una buena amiga de su hermana y así podía asistir a las reuniones familiares. El actor de Fauda recuerda que él es músico y vio en la TV a Lucy, quien le pareció inteligente y hermosa. Añade que tenían un amigo común y en una fiesta se acercó a hablarle, desde ahí comenzó su relación que acabó en un matrimonio mixto, por ser judío-musulmán, pero superaron los retos y ya tienen un hijo de tres años y medio.
Halevi, quien comenzó a ser reconocido por su rol en la película Belén, agrega que en la boda por lo civil, aunque no es una ceremonia reconocida oficialmente, su papá lo sorprendió porque dio un discurso en el que apoyó y resaltó el amor que se tiene con su pareja y el ambiente de respeto y amor que ha creado con sus conocidos y familiares.
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Eso dijo su papá quien trabajó en el Mossad, la agencia de inteligencia israelí, de la que se jubiló hace muchos años.
Formar opinión
Halevi dice sobre su hijo, Adam, que está registrado como sin religión, pero está seguro de que está siendo criado en un ambiente de amor y respeto con ambas religiones y al rescatar la educación añade que su hijo habla árabe, hebreo, inglés y francés. Para Halevi los idiomas son súper importantes y el hablar con la gente, para que las personas se formen una opinión; sin embargo, sabe que en este momento es muy fácil irse por un lado o por otro sin saber bien a bien qué se defiende, por eso dice que es muy difícil ser optimista, pero admite que en esta vida nada es fácil.
Acerca de una solución a la actual guerra, admite que la prioridad son los rehenes y sabe que los terroristas de Hamas usan a las personas como carne de cañón y no les dan voz, pero acepta que una verdadera solución al problema israelí-palestino no pasa por Hamas, sino por quienes lo apoyan, por lo que sería necesaria una coalición de varios países para llegar a un acuerdo, porque si bien sabe que la guerra es inmediatamente contra Hamas, dice que los judíos aún pueden dar la mano, si hay voluntad del otro lado.
En lo personal, acepta que aún le es difícil pensar en grabar sobre el conflicto actual.