Tel Aviv.— Israel confirmó ayer que mató en un bombardeo hace tres semanas en el sur de Beirut a Hashem Safieddine, que se perfilaba como sucesor de Hassan Nasrala, el líder histórico de Hezbolá asesinado en otro bombardeo pocos días antes.
La noticia se produce en momentos en que el secretarrio estadounidense de Estado, Antony Blinken, se encontraba en Israel, donde instó al gobierno a “aprovechar” la eliminación del líder de Hamas para alcanzar un alto el fuego en Gaza y pidió una “solución diplomática” en Líbano, mientras Washington advertía de la posibilidad de suspender la asistencia militar a Israel si no mejora la situación en el territorio palestino.
“Ahora podemos confirmar que el jefe del Consejo Ejecutivo de Hezbolá, Hashem Safieddine, y el jefe de la Dirección de Inteligencia de Hezbolá, Ali Husein Hazima, fueron abatidos junto a otros comandantes de Hezbolá en un bombardeo hace unas tres semanas”, indicó el ejército israelí en un comunicado.
Hezbolá no reaccionó inmediatamente a este anuncio.
Nasrala murió en un bombardeo israelí también en los suburbios del sur de Beirut el 27 de septiembre. “Acabamos con Nasrala, su sustituto y la mayor parte de la cúpula de Hezbolá”, declaró en un comunicado el general Herzi Halevi, jefe del Estado Mayor del ejército israelí.
Oportunidad de tregua
Israel volvió a bombardear los suburbios del sur de Beirut por la noche tras un nuevo llamado a evacuar ciertos barrios de la zona, indicó la agencia de noticias oficial libanesa, Ani.
Blinken, por su parte, aseguró durante su reunión con el presidente israelí Isaac Herzog, que la muerte del jefe de Hamás, Yahya Sinwar, asesinado el 16 de octubre por soldados israelíes en Gaza, “crea una importante oportunidad para traer los rehenes a casa, poner fin a la guerra y garantizar la seguridad de Israel”.
El jefe de la diplomacia estadounidense se había reunido previamente con Netanyahu, quien afirmó que la muerte de Sinwar “podría tener un efecto positivo sobre el regreso de los rehenes” secuestrados por Hamas, según un comunicado de su oficina.
En su encuentro con el primer ministro, Blinken presionó para que llegue más ayuda a los civiles en Gaza, ante la creciente preocupación por las decenas de miles de personas afectadas por los enfrentamientos en el norte del territorio palestino. Washington advirtió que podría suspender parte de su asistencia militar si Israel no mejora rápidamente el acceso humanitario a la zona.
Las autoridades israelíes “reconocen la seriedad” de esta advertencia “y se comprometieron a responder a ella y a actuar según las demandas”, declaró un alto funcionario estadounidense bajo condición de anonimato. Tras su visita a Israel, Blinken llega hoy a Arabia Saudita para impulsar un alto el fuego en Gaza.
Durante el encuentro Netanyahu-Blinken, “se planteó la cuestión de la amenaza iraní y la necesidad de que ambos países unan fuerzas para contrarrestarla”, indicó la oficina del mandatario israelí.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, pidió al diplomático que Estados Unidos siga apoyando a Israel cuando ataque a Irán en represalia por los misiles lanzados por este país contra Israel. “La posición de Estados Unidos junto a Israel después de que ataquemos a Irán fortalecerá la disuasión regional y debilitará al eje del mal”, afirmó Gallant en un comunicado.
Sobre la situación en Líbano, Blinken volvió a pedir una “solución diplomática” a este conflicto.
Al menos mil 552 personas han muerto en Líbano desde el 23 de septiembre, cuando Israel comenzó a bombardear objetivos de Hezbolá en el país, según un recuento basado en datos oficiales.