Jerusalén.- El Ejército israelí atacó este martes por segunda vez objetivos de Hezbolá en el valle de Bekaa, en el noreste de Líbano, donde también bombardeó anoche, después de que el grupo chií lanzara esta mañana un centenar de cohetes en dos tandas hacia Israel.
"En respuesta a los lanzamientos hacia Israel por la organización terrorista Hezbolá esta mañana, aviones de combate atacaron dos de sus centros de mando en el área de Baalbek, en lo profundo de Líbano", indicó un comunicado castrense.
Hezbolá usaba esos sitios, que pertenecían a su fuerza área, para almacenar activos y fortalecer su arsenal, según el Ejército israelí, que también atacó hoy infraestructura del grupo en Bint Jbeil, en el sur de Líbano.
El doble ataque israelí en el valle de Bekaa, cerca de la ciudad de Baalbek, es el segundo en esa zona desde que comenzaron las hostilidades entre Hezbolá y el Ejército israelí en octubre, donde ya bombardeó en febrero contra el sistema de defensa aérea del grupo; mientras que el lanzamiento de 100 cohetes es uno de los de mayor envergadura del grupo,
Los enfrentamientos, los peores desde la guerra librada por Israel y Hezbolá en 2006, han ido ganando intensidad con el paso de los meses y se han recrudecido con especial fuerza en las últimas semanas; haciendo el estallido de una guerra abierta.
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El ataque de madrugada en Bekaa dejó un muerto y el de esta mañana otro, ambos aparentemente civiles, según medios libaneses, además de ocho heridos; mientras que los ataques de Hezbolá hacia Israel -uno con 100 cohetes y otro con un misil Burkan- no han causado víctimas, ya que todas las comunidades del norte están evacuadas.
El primer ataque en el valle de Bekaa es "en respuesta a los drones lanzados por Hezbolá hacia los Altos del Golán en los días recientes", aclaró Israel sobre el bombardeo de esta madrugada.
El grupo chií se atribuyó el lunes la autoría de ocho ataques contra objetivos militares israelíes, entre ellos una operación con cuatro drones que cargaron de forma simultánea contra un cuartel de la defensa aérea israelí en los Altos del Golán, que pertenecían a Siria y que Israel ocupó en 1967 y se anexionó en 1981.
Las partes están enzarzadas en intenso fuego cruzado desde el pasado 8 de octubre, un día después de la guerra de Gaza, que se ha cobrado la vida de al menos 340 personas, la mayoría en el lado libanés y en las filas de Hezbulá, con 233 bajas de milicianos, algunas en Siria.
En Israel han muerto 17 personas en el norte (10 militares y 7 civiles); mientras que al otro lado de la frontera han fallecido al menos 323 personas, entre ellos 40 integrantes de milicias palestinas, un soldado libanés y 49 civiles, incluidos 10 menores y tres periodistas, además de los combatientes de Hezbolá.
La semana pasada el mediador estadounidense Amos Hochstein se reunió con altos cargos libaneses e israelíes en un viaje a la región con paradas en Beirut y Tel Aviv, para intentar encontrar una solución diplomática a la crisis; y ante el temor de EU de que Israel emprenda una ofensiva por tierra en Líbano a finales de primavera, cuando tenga más controlada la guerra en Gaza.
Hezbolá, que comenzó las hostilidades en solidaridad con las milicias islamistas de la Franja, ha reiterado que no negociará una salida política hasta que no cese la violencia en el enclave, donde la comunidad internacional se afana por mediar una tregua durante el Ramadán.
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mcc