Beirut.— El ejército de Israel prometió el jueves que continuará asestando “duros golpes” a Hezbolá en Líbano, donde sus tropas sostienen combates terrestres apoyados por ataques aéreos contra milicianos del movimiento islamista, a la vez que planea cómo responder al bombardeo del martes de Irán.
Tras una ofensiva de intensos bombardeos contra la organización proiraní en Líbano, que abatió a varios dirigentes de Hezbolá y dejó más de mil muertos en todo el país, según las autoridades libanesas, Israel atacó el jueves el cuartel general de inteligencia del movimiento, en las afueras de la capital libanesa, anunció el ejército.
Hezbolá informó que un ataque aéreo golpeó un depósito cerca del aeropuerto de Beirut, mientras que una fuente cercana al movimiento habló de hasta 11 bombardeos consecutivos en el sur de la capital durante la noche, bastión de la organización. En total, 37 personas murieron y 151 resultaron heridas en los ataques aéreos del jueves, señaló el Ministerio de Salud libanés. Tel Aviv afirma que busca debilitar a Hezbolá —que abrió un frente en su frontera con Israel en apoyo a su aliado Hamás, en octubre del año pasado— para permitir el retorno de decenas de miles de personas desplazadas.
El jefe del Estado Mayor israelí, el general Herzi Halevi, prometió que sus fuerzas seguirán atacando las posiciones de Hezbolá y no permitirán que el movimiento islamista se vuelva a “asentar” en el sur libanés.
“Los duros golpes contra Hezbolá (...) van a continuar”, afirmó el general en un discurso televisado.
Por su lado, el ejército libanés afirmó el jueves que, por primera vez desde hace un año, respondió a disparos israelíes en el sur de Líbano tras la muerte de dos de sus soldados.
El temor a una escalada del conflicto en Oriente Medio se intensificó después de que el martes Irán lanzó casi 200 misiles contra Israel y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió que la República Islámica pagará por su “gran error”.
El presidente de Irán, Masud Pezeshkian, reafirmó desde Qatar el apoyo de su país a las “facciones de la resistencia” palestinas y libanesas; aseguró que Israel “no podrá acabar” con ellas y advirtió que “la entidad sionista será castigada pronto”.
Agregó que “dadas las repetidas agresiones de la entidad sionista contra las facciones de la resistencia, me veo obligado a indicar que los violadores de los derechos humanos y aquellos que cometen los crímenes deben saber que ese árbol es fructífero y no se podrá acabar con él”.
El mandatario aludió sobre todo a los intensos bombardeos israelíes contra bastiones del grupo chiíta proiraní Hezbolá en varios puntos del Líbano, en los que han muerto varios de sus comandantes, incluido su máximo líder Hasan Nasralá.
Frente a la escalada de tensiones en Medio Oriente el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dijo ayer que está dialogando con Israel sobre la posibilidad de atacar las instalaciones petroleras de Irán, en represalia por el bombardeo que Teherán lanzó con cerca de 200 misiles sobre territorio israelí.
Biden hizo estas declaraciones a la prensa en el jardín sur de la Casa Blanca, antes de viajar a Florida y Georgia para inspeccionar los daños causados por el huracán Helene.
A la pregunta de un periodista sobre si “¿apoyará usted que Israel ataque las instalaciones petroleras de Irán?”, Biden respondió: “Estamos discutiendo eso. Creo que sería un poco... de todos modos”, sin concluir la frase. En cambio, ha rechazado cualquier acción sobre las instalaciones nucleares iraníes.
Respecto a los planes para autorizar a Israel a tomar represalias contra Irán, dijo que “en primer lugar no ‘autorizamos’ a Israel a hacer nada, asesoramos a Israel. Y hoy no va a suceder nada”. Irán produce 3.4 millones de barriles diarios de crudo, según la Agencia Internacional de Energía (AIE).
Tras el comentario de Biden sobre la posibilidad de atacar instalaciones petroleras iraníes, el precio del petróleo intermedio de Texas se disparó 5% y superaba los 73 dólares el barril cerca del cierre de la sesión.