Teherán.— Irán denunció que el corte eléctrico registrado en la planta de enriquecimiento de uranio de Natanz, un día después de ser inauguradas sus instalaciones, es un “acto terrorista” que busca dinamitar las negociaciones en curso para salvar el acuerdo nuclear de 2015.

El jefe de la agencia atómica iraní, Alí Akbar Salehí, urgió a la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) a “actuar ante este terrorismo nuclear” y advirtió que su país “se reserva el derecho de tomar acciones contra sus autores”.

“Para frustrar los objetivos de los autores de ese acto terrorista, la República Islámica continuará desarrollando con determinación la tecnología nuclear”, subrayó el responsable, citado por la agencia estatal IRNA.

El apagón se registró en una zona de la red de distribución eléctrica de Natanz, una planta de 100 mil metros cuadrados situada en el centro del país y construida ocho metros bajo tierra para evitar ataques.

El vocero de la agencia atómica de Irán, Behruz Kamalvandí, informó de que el incidente “no provocó heridos ni contaminación” y que sus causas están “bajo investigación”.

Kamalvandí explicó que se produjo un corte de electricidad, sin especificar si afectó a toda la instalación o sólo a una parte. Las dudas sobre lo ocurrido surgieron desde que se conoció el incidente, pues el 2 de julio de 2020 hubo un incendio en una sala de montaje de centrifugadoras avanzadas que provocó una gran destrucción de equipos y que fue calificado de “sabotaje”.

Muchos medios de comunicación israelíes reportaron que un ciberataque apagó Natanz y dañó una instalación que alberga centrifugadoras sensibles. Si bien los informes no ofrecieron fuentes para dicha conclusión, los medios israelíes mantienen una estrecha relación con las agencias militares y de inteligencia del país.

“Se considera que el fallo en el circuito eléctrico de Natanz [es] el resultado de una ciberoperación israelí”, tuiteó por su parte un periodista de la radiotelevisión pública israelí, Amichai Stein, pero sin aportar datos que respaldaran esa afirmación.

Los canales 11 y 13 de televisión israelíes informaron que, según “fuentes de inteligencia occidentales”, el apagón no fue un accidente, sino que se debió a un ciberataque israelí ejecutado por el Mossad y causó daños significativamente mayores a los notificados por Teherán.

“La lucha contra Irán y sus satélites y contra el armamento iraní es una ingente tarea”, dijo el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, quien, sin embargo, no hizo mención sobre el presunto ciberataque.

Por su parte, el jefe del Estado Mayor israelí, Aviv Kochavi, se refirió a las tensiones regionales y señaló que Israel continuará “combinando fuerza y discreción, determinación y responsabilidad, con el fin de garantizar la seguridad del Estado”.

Si Israel causó el apagón, aumentarán aún más las tensiones entre las dos naciones. El suceso también complica los esfuerzos de Estados Unidos, el principal socio de seguridad de Israel, de reincorporarse al acuerdo nuclear, que pretendía limitar el programa iraní para que no pudiera obtener un arma nuclear si así lo deseaba.

Malek Shariati Niasar, diputado y vocero del Comité de Energía del Congreso iraní, escribió en Twitter que el suceso era “muy sospechoso” y planteaba temores a un posible “sabotaje e infiltración”.

La AIEA, con sede en Viena y que monitorea el programa iraní, refirió que está “al tanto de los reportes en medios”, aunque declinó hacer comentarios.

“Este incidente, ocurrido [al día siguiente] del Día Nacional de la Tecnología Nuclear y con Irán esforzándose por obligar a los occidentales a levantar las sanciones, es muy sospechoso de [obedecer a un acto de] sabotaje o de infiltración”, denunció en Twitter Shariati.

El presidente iraní, Hasan Rouhani , anunció el sábado que había puesto en marcha 164 centrifugadoras IR-6 en la plantas. Las autoridades empezaron las pruebas de centrifugadoras IR-9, que, según han dicho, enriquecerá uranio 50 veces más rápido que la primera generación de centrifugadoras iraníes, las IR-1. El acuerdo nuclear limita a Irán a emplear sólo sus IR-1.

Teherán siempre ha negado querer dotarse de la bomba atómica —algo de lo que le acusa Israel— y el sábado Rohani reiteró que las actividades nucleares de su país son “pacíficas”. Por ahora, Irán y los otros Estados firmantes del acuerdo de 2015 (Alemania, China, Francia, Reino Unido y Rusia) negocian en Viena cómo reintegrar a Estados Unidos en el pacto y hacer que Irán vuelva a respetar sus compromisos.

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