Teherán/ Tel Aviv/ Londres.— El presidente iraní, Hassan Rouhani, advirtió ayer a Estados Unidos que se arrepentirá “como nunca” ante un eventual abandono del acuerdo internacional sobre el programa nuclear iraní, a menos de una semana del anuncio de la decisión del presidente Donald Trump y en medio de un mensaje de alerta del premier israelí, Benjamin Netanyahu, quien afirmó: “No queremos una confrontación [con Teherán], pero si tiene que haberla, cuanto antes mejor”.
“Si Estados Unidos abandona el acuerdo nuclear, verán pronto que lo lamentarán como nunca en la historia”, declaró Rouhani, en un discurso en Sabzevar. “Trump debe saber que nuestro pueblo está unido, el régimen sionista [de Israel] debe saber que nuestro pueblo está unido”, agregó el mandatario iraní.
El 12 de mayo, a más tardar, el republicano debe anunciar si Estados Unidos se retira del acuerdo firmado en julio de 2015 por los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (EU, Reino Unido, Francia, Rusia, China) más Alemania e Irán.
A cambio, Teherán obtuvo el levantamiento progresivo de las sanciones internacionales, que significaron un duro golpe a su economía. Pero el magnate denunció el acuerdo y dio hasta el 12 de mayo a los países europeos para endurecer el texto. Si no lo hacen, saldrá del pacto.
Las naciones europeas, en particular Francia, buscan preservar el acuerdo intentando negociar sobre el tema de los misiles y el papel regional de la República Islámica. El presidente francés, Emmanuel Macron, defendió un endurecimiento del acuerdo de 2015.
El pacto también tiene voces totalmente en contra, por ejemplo, Israel. El premier Netanyahu declaró ayer estar “decidido a frenar la agresión iraní en sus comienzos, aunque eso implique una lucha”. Recalcó: “No queremos una escalada, pero estamos preparados para cualquier escenario posible”. Además, acusó a la Guardia Revolucionaria iraní de haber introducido armas ultramodernas en Siria en los últimos meses. Incluso, los medios israelíes alertaron ayer sobre un posible ataque con misiles iraní contra el norte de Israel, en represalia a los bombardeos contra bases sirias que se atribuyen al país.
Según Netanyahu, el acuerdo se basa en las mentiras de Teherán. “Quien diga que no hay nada nuevo en los documentos que mostramos, no ha visto el material”, apuntó, en relación a las supuestas pruebas que indican que Irán ha roto el pacto, lo que rechazó la UE y la ONU.
En EU también hubo reacciones. Rudy Giuliani, asesor de Trump, mencionó que el presidente “no escucha a pesimistas y está igual de comprometido con un cambio de régimen [en Teherán] como lo estamos nosotros. Es la única vía a la paz en Medio Oriente. Es más importante que un acuerdo entre israelíes y palestinos”.
En un último intento diplomático por persuadir al magnate de mantenerse en el acuerdo, el ministro de Exteriores británico, Boris Johnson, viajó ayer a Washington, donde se reunirá con el vicepresidente Mike Pence y con el asesor de Seguridad Nacional, John Bolton. La visita llega luego de que The Observer informó que el equipo del republicano contrató a una agencia de inteligencia israelí para orquestar una campaña destinada a desacreditar a personas de la administración del ex presidente Barack Obama, quienes negociaron el pacto.
El diario indicó que personas cercanas a Trump contrataron investigadores privados en mayo de 2017 para conseguir información “sucia” sobre Ben Rhodes, uno de los asesores de Seguridad Nacional de Obama, y también sobre Colin Kahl, otro ex asistente. The Observer añadió que las fuentes al tanto de la campaña confirmaron que el plan fue presentado a los investigadores privados por representantes de Trump.